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el periodico de saltillo

Enero 2018

Edición No. 347


“Sombras nada más…” es lo que aparenta presagiar este 2018

Jesús M. Moreno Mejía.

“La tierra prometida es siempre aquella en que no estamos”.
Henri Frederic Amiel.

 

Pretendemos vivir de ilusiones casi siempre, pero se debe imponer la razón y ser realistas en todo y para todo. Los políticos ambicionan el poder y por ello recurren siempre al engaño, prometiendo que todo habrá de cambiar cuando ellos resulten triunfadores del puesto que codician.

El escritor suizo, Enrique Federico Amiel, acuñó una frase que revela la falsa ilusión de manera alegórica: La tierra prometida es siempre aquella en que no estamos.

Desde hace meses se ha venido advirtiendo que este recién 2018 será un año difícil, pero los candidatos de los diferentes partidos insisten en hacernos creer que todo cambiará para bien de todos, pues saben que “prometer no empobrece; cumplir es lo que aniquila”, o sea es necesario mentir para que la gente crea en sus falsas promesas y así poder llegar al cargo que anhelan con fines aviesos, sin interesarles realmente lo que beneficie a la ciudadanía.

La historia bíblica enseña que Moisés liberó a su pueblo del yugo del faraón egipcio y les prometió llevarlos a la tierra prometida por Yahvé (también conocido como Jehová), pero los condujo por una larga ruta y los libertos nunca conocieron personalmente su destino final, solamente sus descendientes, 40 años después, no sin antes tener que librar una serie de luchas e inconvenientes de todo tipo, en cada lugar que pasaron, incluso donde finalmente se establecieron, y que se han prolongado hasta la fecha.

Pero no es nuestra intención discutir de religión en este artículo, sino tener una referencia a la situación socio-política y económica que ha vivido nuestro país, y que se sigue prolongando, no sin antes hacer un breve recuento histórico de la búsqueda de un México de libertad, justicia, desarrollo económico, paz social y todo aquello que beneficie a los diferentes sectores de la Nación, a partir de la independencia de 1821 hasta nuestros días.

Nuestra Patria tuvo dos imperios y un sistema republicano que no ha podido consolidarse a la fecha, pero sin dejar de reconocer que ha tenido ligeros avances en cada época en los últimos 197 años (si tomamos como punto de partida la consumación de la independencia), pero sin lograr el éxito obtenido por otros países considerados de “Primer Mundo”, pese a la enorme riqueza natural que tenemos en todo el territorio y en el subsuelo.

México tiene en la actualidad 123.5 millones de habitantes, que en su mayoría sobrevive en calidad de pobre (y muchos en extrema pobreza) por falta de trabajo y educación; y los pocos que tienen un empleo no están dignamente remunerados (en su gran mayoría), tal como lo exige nuestra Constitución.

La situación de ese marginado sector de la población, en la que se incluye en gran número a todos los pueblos indígenas, va en aumento en los estados del sur de la república, pues poco o nada se hace a favor de ellos, manteniéndolos en la ilusión de que todo lo negativo habrá de pasar y que será mejor en 2018 con los nuevos gobernantes, si bien de antemano sabemos que se trata de una falacia más de los políticos que pretenden el poder para ellos, únicamente.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conaval), afirma que el número de personas en situación de pobreza bajó un 3.47 por ciento en el último bienio (2015–2017), sin embargo dichas estadísticas no son creíbles, pues basta ver como se extiende el cinturón de miseria en las urbes y en el sector rural, máxime que la población va en aumento cada año, especialmente en los renglones de edad infantil y juvenil en todo México, mientras que es estable en los de edad adulta.

Recordando la canción que interpretaba Javier Solís, que se iniciaba con la frase “Sombras nada más…” es lo que alcanzamos a ver desde la víspera de este nuevo año, con alzas de precio de gasolina y de artículos de consumo necesario, así como la devaluación del peso frente al dólar.

La antítesis de lo anterior, sería: “No todo está podrido en Dinamarca”, como dice un dicho, pues todos podemos hacer algo por la Patria y en especial por nuestros semejantes, en la medida de las posibilidades de cada uno de nosotros.

En la Enciclopedia Política de Rodrigo Borja, se dice que la frase de William Shakespeare empleada en su obra “Hamlet” >Algo está podrido en Dinamarca< o bien >Algo huele mal en Dinamarca< (Something rotte in the state Denmark), y en nuestro país es empleada en antítesis: “No todo está podrido en Dinamarca”, para significar que no todo anda mal en nuestro medio social, político y económico.

Estoy convencido de que no todos los que esto leen opinarán igual, pues en la mente de cada uno habrá un pensamiento diferente, o bien como decía mi padre, don Jesús Moreno Hernández, “Cada cabeza es un mundo diferente”.

Pues bien, se ha iniciado un nuevo año y cada quién dirá que nos va ir bien o que nos va a ir mal, según su percepción, ya que para ciertas personas significará que seguirá imperando la corrupción, la injusticia y la impunidad, pero para otras verán visos de esperanza con el candidato de su predilección, tomando en cuenta que habrá cambios de gobierno a nivel federal y local. ¿O usted que opina, amable lector?

¡Hasta la próxima!

 
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