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el periodico de saltillo
Agosto 2017
Edición No. 342


La proeza de ser maestro

Iván Nájera.

Hoy por hoy, urge comprender que ser maestro, implica descubrirse como persona digna, tomar conciencia de que mientras más se aprende, mucho más obligación se tiene de ser humildes para enseñar, que no podemos dar por concluido nuestro conocimiento pues todavía mucho hay por conocer y que mientras más se recibe más se tiene que dar.

Más que nunca, los docentes de nuestro país son foco de atención: los recientes eventos políticos que involucran de forma directa al gremio magisterial, han puesto a los profesores en el centro de la atención pública y mediática.

maestroLos múltiples cambios sociales y las nuevas tecnologías han construido un nuevo escenario en el que los maestros deben adaptarse constantemente: nuevas demandas de la sociedad y diversos retos relacionados con el mundo plural y globalizado actual.

Sin embargo, y más allá de la discusión estéril en la que se busca culpar a los maestros por la situación actual de la educación, es necesario recordar quiénes son nuestros profesores, el papel que estos juegan en México, los retos y problemáticas a las que se enfrentan.

Hoy, más que nunca, ser maestro no es sólo cuestión de enseñar o de transmitir conocimientos; implica mucho más: trabajar con y para los alumnos, ayudarlos a realizar sus proyectos de vida dentro de un contexto real, a interactuar con los demás, interesarlos a ver más allá del momento. Ser maestro es un privilegio, porque en sus manos está formar conciencia del verdadero desarrollo del hombre.

Desde la población indígena rural más distante, hasta la mayor de nuestras capitales, los profesores de México encaran día con día un sinnúmero de desafíos: desde la carencia de infraestructura y equipo de trabajo, pasando por la falta de una formación de soporte que les permita sortear con las necesidades educativas actuales, hasta llegar a las situaciones de violencia, migración y pobreza que existen en todo nuestro territorio, y que contribuyen día a día con las cifras de deserción y abandono escolar. Tan diverso es nuestro país, sus regiones y sus habitantes, como los son las problemáticas y dificultades a las que se enfrentan los docentes.

Pareciera que ser profesor hoy en día, es ser blanco de la crítica. Mientras los medios y algunos analistas aseguran que los profesores se enfrentan actualmente a uno de los retos más fuertes de su historia (el reto de la credibilidad frente al cambio), la realidad nos muestra (y nos seguirá mostrando) que los maestros sortean día a día, y con sus propias herramientas, otras circunstancias que poco o nada tienen que ver con la eterna batalla política en la que están inmersos muchos sectores de nuestra sociedad. Los maestros no son ajenos al cambio, pues es éste el que da forma a su profesión todos los días.

Los maestros llegan día a día al salón de clases con una de las responsabilidades más grandes de nuestra sociedad: la de formar a los ciudadanos del mañana o presente, los niños y jóvenes que asisten diariamente a los centros escolares. Esta responsabilidad, en un país como el nuestro, desgarrado por la corrupción, la miseria y la violencia, se vuelve una odisea que los profesores jamás podrán sortear solos; más que nunca, los padres de familia, la sociedad y los gobernantes deben unirse a los maestros en la cruzada de formar a las nuevas generaciones. Y es que recordemos, mucho se discute respecto a que nuestro país no cuenta con la educación que necesita, sin embargo, poco se habla de que esta responsabilidad es compartida.

Ivan_najera15@hotmail.com
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