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el periodico de saltillo
Septiembre 2017
Edición No. 343


Ciudad Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras) en 1890

Rigoberto Losoya Reyes.

Durante el gobierno del general Porfirio Díaz Mori, la ciudad de Piedras Negras, Coahuila sufrió un cambio en su denominación y en su imagen urbana especialmente en su arquitectura. Se construyeron edificios que la caracterizaron como una de las más hermosas del norte de México. Algunos de estos edificios como el de la Aduana Fronteriza aún se encuentran en pie, pero remodelado en su fachada exterior y otros lamentablemente fueron demolidos por las siguientes generaciones de políticos que en aras del modernismo, destruyeron las construcciones que ahora son añoradas en fotografía.

La historia suele dejar lecciones para evitar cometer los mismos errores, pero los gobernantes han sido ciegos ante nuestra riqueza histórica y la han borrado dejando sólo un recuerdo de la época del porfiriato en Piedras Negras. En esta ocasión deseo compartir con los lectores algunos datos relevantes de tipo estadístico y administrativo de esta histórica época.

En 1890, se desempeñaba como gobernador constitu- cional el Coronel José María Garza Galán y el Ayuntamiento de Ciudad Porfirio Díaz estaba representado por el presidente municipal Pedro Garza Ramos, el cabildo lo integraban los siguientes ciudadanos: 1er. Vocal Celso Farías; 2o. Vocal Julián Bermea; 3er. Vocal Matías Barrera; 4o. Vocal Vicente Cárdenas. En su carácter de Síndico: Eulalio Treviño. Como Secretario del Ayuntamiento: Vicente Galán y de apoyo, Escribiente: Gregorio Padilla. En los Juzgados locales prestaban sus servicios: Juez 1o. Manuel Valdés, Juez 2o. Manuel Flores Gutiérrez, y en la plantilla de la tesorería municipal fungía como encargado Pudenciano Moreleón, y sus colaboradores eran Bonifacio Gutiérrez en el puesto de Colector, Clemente Morín, como Guarda Municipal y Julián Bermea como Inspector de Pesas y Medidas.

Por otra parte, el ayuntamiento se auxiliaba del Ing. Carlos Miller en el departamento de Ingeniería Municipal. A pesar de ser una pequeña población el municipio contaba con una banda musical bajo la dirección de Inocencio Niño. De acuerdo al censo económico realizado en el año de 1888, se determinó que la ciudad de Porfirio Díaz recaudaba impuestos por los siguientes conceptos: Propiedad Urbana, Propiedad Rústica, Semovientes, Giro fabril, Giro industrial, Mercantil, Sobre sueldos, Impuesto a ministros, Impuestos a litigantes, Boticarios y Contribución de abogados.

De los ingresos recaudados por impuestos resultan $212,367.00 que anualmente se pagaban al Erario del Estado $4,288.16 y $1,072.04 a la Federación. En el ramo de la ganadería, en la municipalidad de Ciudad Porfirio Díaz, se contabilizaron 6,500 cabezas de ganado vacuno, 500 caballar y 38,000 de ganado menor de pelo y lana, lo que denotaba una intensa actividad ganadera considerando que exportaba ganado a los Estados Unidos.

Mejoras materiales realizadas en 1890

A partir del 1 de enero de 1889 a marzo de 1890 se realizaron varias mejoras materiales en la ciudad de Porfirio Díaz. El Ayuntamiento ordenó fabricar 40 bancas de fierro para colocarlas en la plaza Hidalgo a fin de darle un mayor lucimiento a este espacio público. De igual forma se construyó un Kiosco y 36 farolas para la iluminación de la misma plaza. También, se plantaron árboles en el jardín de la misma plaza. Se reparó la Calzada “4 de Abril” (hoy Ave. Carranza) que era en aquellos días la entrada principal a la población con un valor de mil quinientos pesos.

Por otra parte se realizaron los trámites correspondientes para comprar una manzana que se destinaría a la Plaza “Falcón”. Se llevaron otros tipos de actividades para reforestar la sección de la Alameda, plantando árboles que le daría un mayor lucimiento. Los trabajos de entubación de aguas se estima que quedarían terminados muy pronto y el líquido vital sería traído del Río San Antonio para el consumo de la población. Otro proyecto que se inició fue el reemplazo del alumbrado que actualmente se encontraba en uso en aquella época. A fin de mejorar sustancialmente la seguridad en la población. Los miembros de la Logia Masónica se encontraba reuniendo fondos a principios de 1890 para establecer el Hospital Civil. Al de la ciudad (calle Zaragoza) se estaba construyendo un nuevo edificio para la Aduana fronteriza y oficinas federales.

¿Qué se cultivaba en 1890 en ciudad Porfirio Díaz?

La producción agrícola en esta población fronteriza a finales del siglo XIX se calculaba en un valor de dieciocho mil pesos anuales. Los cultivos que predominaban en esta zona eran maíz, trigo, algodón , frijol, cebada y caña de azúcar, reportándose una producción de 100 fanegas (una fanega equivalía a 65 kilos) por una siembra y hasta 10 cargas de trigo en cada siembra. La población de Ciudad Porfirio Díaz desarrollaba principalmente las actividades comerciales y de comercio exterior, sin embargo también se registró una intensa actividad agrícola. En 1890 se tenían registrados 25 ranchos de los cuales se pueden citar: El Vayado, Vidal Cantú, Rancho Viejo, Rancho de Arriba, La Salada, La Muralla, Juan José Rodríguez, Casa Roja, Los Fernández, José María González, Dolores Moya, La Barranca, Susana Ramírez, Severo Treviño, Ignacio González, y Tomas Lamb entre otros.

Censo
De acuerdo a las cifras registradas en 1890, la ciudad de Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras) arrojaba un total de 6,145 habitantes, siendo de estos 3,183 hombres y 2,962 mujeres, de los cuales sabían leer 3,842, más del 50% de la población lo que denotaba un alto nivel de educación en esta población fronteriza. Al revisar las cifras, se encontró que había una población multinacional en esta ciudad, lo que demuestra el intenso tráfico comercial que se desarrollaba en esta frontera. Los nacionales censados fueron 5,300: estadounidenses 560, españoles 102, alemanes 92, franceses 42, chinos 24, ingleses 18 y rusos 8.

Dignidades y miembros de la Logia Integridad de Ciudad Porfirio Díaz
Desde el siglo XIX los masones hicieron sentir su presencia en Piedras Negras. Sus integrantes en su mayoría eran personalidades del gobierno municipal, federal y comerciantes que ocupaban una posición privilegiada en la sociedad. Entre los dignatarios oficiales se pueden citar: Don Santiago Meza (Ven. Maestro), Manuel M. Bauche (Administrador de la Aduana Fronteriza), Lic. Higinio Sada (1er. Vig.), Eduardo Mendizabal (2o. Vig.), Dr. Lorenzo Cantú (se desempeñó en 1907 como presidente municipal), Higinio de la Fuente, Manuel Valdés, (Propietario del Teatro Del Progreso), Pedro Garza Ramos ( presidente municipal), Carlos Miller, Mauricio Rodríguez, Mariano Azcárraga, Antonio de la Fuente, Antonio Urrea, Nicéforo Zambrano, así como: Carlos Treviño, Eduardo Trujillo, Pudenciano Moreleón, Jesús Pérez Rodríguez, José Rómulo Jasso, José M. Velazco, Federico Fernández, Fructuoso García, Luis Fernández, Enrique Singerman, Julio Galindo, Eduardo A. Trujillo y Adolfo Shefold.

Directorio Profesional
En marzo de 1890 el Directorio Profesional en ciudad Porfirio Díaz estaba integrado por los abogados José H. Serret, Francisco Molina, Eduardo Elizondo, Francisco Briseño, Higinio Sada, Francisco P. Serna, Francisco R. Espinoza y José Ma. Mijares. Como Escribanos Públicos se desempeña- ban Fortunato Santos, y Francisco Santos. Como Médicos: Carlos Straus, Lorenzo Cantú, Manuel Zambrano, Ricardo Ortega y Daniel L. Cirlos. Ingenieros: Carlos Miller y C.H. Peterson

Jefatura Política
El Jefe Político fue un personaje propio del porfiriato, su papel era informar directamente a la presidencia de la república de los incidentes políticos trascendentales que ocurrían en el área rural y la ciudad, así como recibir las órdenes para resolver los problemas locales por parte del presidente Porfirio Díaz. Esta administración centralizada fue lo que le permitió al caudillo prolongar su magistratura. En Ciudad Porfirio Díaz desempeñaba esta función don Manuel Rosas y como su Secretario, el Lic. José M. Mijares.

Consulado estadounidense
Dada la importancia de esta población fronteriza, ya se contaba con un Consulado desde 1868, y de acuerdo a un oficio de fecha 15 de Mayo de 1889, el Cónsul estadounidense Vincent M. Baca informa a Washington el cambio de residencia de las oficinas del Consulado al Hotel Ferrocarrilero en Piedras Negras y lo describe como: “Una edificación sustancial de 2 pisos propiedad de la Compañía Internacional de Ferrocarriles.” La oficina del consulado ocupaba la habitación No. 8 en la planta baja de la esquina noroeste del edificio.

Instrucción Pública Municipal
Mucho se ha criticado al gobierno de don Porfirio, especialmente el atraso en materia educativa, pero si observamos, nuestra población, gozaba de una oferta suficiente para satisfacer la demanda de la población. El historiador Amado Prado, señala que en 1890 existían en este municipio seis escuelas de primeras letras, donde asistían por separado para recibir su educación básica los niños y las niñas. (Tres de niños y tres de niñas) a donde asistían un promedio de 700 alumnos. Cuatro escuelas se ubicaban en la cabecera de este municipio y dos en la Congregación de “El Moral”. La escuela No. 1 para niños era dirigida por Marcelino Valdés y registraba una asistencia de 175 alumnos, siendo su ayudante Servando E. Arredondo. En cuanto la escuela No. 2 también para niños concurrían en promedio 120 escolapios siendo su preceptor el Sr. Juan de la Cruz y como su Ayudante el Sr. Juan José Gutiérrez. La No. 3 de niños establecida en la Congregación “El Moral”, tiene una asistencia regular de 40 niños siendo su Director el Sr. Eusebio Fuentes.

 
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