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el periodico de saltillo
Mayo 2017
Edición No. 339


El sistema deterioró la imagen del profesor

Profesor Evaristo Velasco Álvarez.

Es muy difícil para cualquier ser humano pasar de ser una persona respetuosa y respetable, pudiéramos decir que amada por el pueblo, respetada por sus compañeros y por la ciudadanía; a un ser considerado como de poco provecho y respeto ante el pueblo, a un ser que no es ya aceptable, sino un ser que el pueblo medio tolera, pero que ya no existe el deseo de saludarle casi con veneración, como antaño.

Y es que ahora así se mira la figura del maestro, de la maestra; porque el sistema se ha encargado de deteriorar de tal manera su imagen que no tan sólo su persona, sino su labor, ya no se considera tan importante como hace unos años, una generación diría yo. Porque sin respeto, sin afecto, sin sentimientos de veneración, sin la distinción que se le daba y que todos teníamos por ese ser que entrega su sapiencia y su cariño a los niños y jóvenes mexicanos para convertirlos en ciudadanos de valía y de amor por la Patria, casi me parece imposible de conseguir.

¡Claro que también hace falta que los docentes mexicanos, sobre todo los más jóvenes, aprendan a vestir con más propiedad! Que cuiden más su vestimenta, el corte de su cabello, su manera de expresarse, el trato con los estudiantes y con todos los ciudadanos con que se encuentren. Que pulan más sus conocimientos, entendiendo que un profesor no es un diccionario o una enciclopedia, pero que es una persona docta en la materia que imparte.

Los medios, las redes sociales y el mar de destrucción que se ha generado, tal vez con algo de razón, por algún o alguna docente que no ha hecho las cosas bien del todo, están generando el desprestigio y el desamor de la sociedad para con la figura del maestro, de la maestra. Todos los días aparecen videos y “memes” que malintencionadamente van en contra del profesor, y que luego se generaliza del tal manera que todo el pueblo se cree que de verdad así son los profesores.

Yo invito a la ciudadanía a ver con mayor cuidado y detenimiento a los profesores, que dedican muchas horas para la preparación de sus clases. Trabajan en el aula cinco horas al día, pero dedican otras cinco (y más en ocasiones), para revisar tareas, preparar sus clases del día siguiente, investigar lo necesario para llegar con el conocimiento más completo, y todo por el amor que le tienen a su profesión, a sus alumnos, a la nación.

Por ello es necesario que las materias de civismo y de historia se vuelvan a incluir en el Plan y Programa de Educación, que la SEP ha determinado, creyendo que no hacen falta, pero que se vuelven básicas para entender con mayor claridad lo que el país requiere y espera de cada uno de los ciudadanos.

Y podemos estar o no de acuerdo con lo que escribo, pero muy respetuosamente solicito que seamos más juiciosos, más interesados en la educación de nuestros hijos y de la dedicación que los profesores ponen a diario; así como la dedicación que nosotros ponemos en la educación que reciben nuestros hijos, ayudándolos en la comprensión de la problemática que representa para el alumno lo que analizó en la escuela. Seamos más conscientes de la vida y de quienes nos auxilian para entender mejor nuestra existencia, para ¡Que viva México!

velasco_alvarez@yahoo.com

 
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