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el periodico de saltillo

Diciembre 2017

Edición No. 346


Los “encargos” políticos

Armando Montalvo Olivo.

El nuevo secretario de Finanzas Blas Flores Dávila necesitara más que inteligencia para renegociar la deuda que contrató el ex gobernador Humberto Moreira Valdés por 33 mil millones de pesos, y que luego heredó su hermano Rubén Moreira, quien a pesar de lo que pueda decir ahora desde la banca, lo cierto es que en estos momen-tos la deuda ascendió a 40 mil millones de pesos o más.

La deuda está ahí, y nadie la puede ocultar. No se tiene que ser un experto financiero para conocer que el Gobierno de Coahuila tiene esa enorme deuda que tardará no se sabe cuántas administraciones estatales para pagarla, y que por lo tanto será el origen de múltiples problemas para el nuevo Ejecutivo estatal y para los que le sigan.

Se siguen pagando sólo los intereses. Lo sabe Miguel Ángel Riquelme desde que recibió el gobierno de parte de Rubén Moreira el pasado 1 de diciembre. Pero lo que no se dice públicamente es el trasfondo real que existe en la deuda pública y en la estrategia que aplican para solicitar nuevos créditos durante la actual administración.

luna canalesAunque todo mundo y sobre todo los lacayos de Blas Flores Dávila pregonen por cielo, mar y tierra de las “manos de seda” que tiene el nuevo administrador de los dineros en Coahuila, la cruda realidad es que el ex rector de la UA de C conoce a la perfección la reestructuración de la deuda que hizo el ex tesorero Ismael Ramos Flores, quien también es parte de la cofradía a la que pertenece Blas Flores desde hace años.

Un testigo de esto y de otras cosas que planearon Blas e Ismael en el sexenio pasado, es el ex secretario de Educación, Jesús Ochoa Galindo, quien a lo mejor para estas fechas ya se le incluyó en el organigrama del nuevo gobierno o de plano quedó fuera de la nómina estatal.

Hay que tener presente que a Ochoa Galindo se le atribuye haber solapado el exceso de burocracia en la la secretaría de Educación Pública que dirigió, y que ahora comanda el priista-panista Higinio González Calderón.

Con toda seguridad la primera encomienda de Flores Dávila ordenada por Miguel Riquelme, será revisar como terminó la subsecretaría de Egresos y Administración que manejó desde el 15 de marzo de 2015 hasta el último día de la administración de Rubén Moreira, el abogado Edgar Julián Montoya de la Rosa, quien como premio a su obediencia y complicidad, recibió un Fiat Notarial en marzo de 2016, aunado a los privilegios que recibió en su paso por la subsecretaría de Finanzas.

El nombre de Julián Montoya sale a relucir en estas fechas porque aun se le recuerda de haber ocupado la tan anhelada subsecretaría por órdenes de Rubén Moreira a pesar de que la muy cuestionada María Esther Monsiváis hizo hasta lo imposible para que no llegara Montoya de la Rosa, para tratar de acomodar en ese puesto al ex alcalde nigropetense Óscar López Elizondo sin lograr su cometido.

Los medios de comunicación, los “analistas” políticos y los “propietarios” de la verdad absoluta, difunden por todos lados la supuesta fuerza del llamado “Grupo Universidad”, que sólo sobresalen por ser “títeres” de los que manejaron el poder en los años anteriores. Ellos son: José María Fraustro Siller, Ismael Ramos Flores, Jesús Ochoa Galindo, Jorge Alanís Canales, Blas Flores Dávila así como el soberbio y recién incorporado Higinio González Calderón.

Los miembros de esta cofradía hicieron sus millonarias fortunas personales durante los dos gobiernos moreiristas, a excepción de González Calderón que hizo lo suyo durante el periodo gubernamental de Eliseo Mendoza Berrueto.

El arrogante José María Fraustro Siller, quien se siente iluminado ya sueña con ser gobernador en un futuro cercano, y así lo hace saber a sus allegados en las reuniones que organiza en el restaurante de Pedro Moller ubicado al norte de la ciudad, en donde el apellido Moreira es el más criticado.

Hubo muchos testigos que observaron la forma como recibió Fraustro Siller su nombramiento de manos de Riquelme Solís. Lo mismo ocurrió con Blas Flores y no se diga con Higinio González. Los únicos que puede presumir de un saludo efusivo por parte del gobernador es el Secretario de Infraestructura Fernando Berlanga al igual que Román Alberto Cepeda, actual Secretario de Trabajo.

Algo sobresaliente que no se puede ocultar son los múltiples compromisos y el silencio del ex secretario de gobierno y actual diputado federal Armando Luna Canales con el ex gobernador Rubén Moreira. Algo pasa ahí, ¿le concedieron sus peticiones para callarlo?, ya que la madre del legislador, Eglantina Canales Gutiérrez, fue ratificada en la Secretaría del Medio Ambiente sin merecerlo y a pesar de existir muchos cuestionamientos sobre su trabajo.

La ratificación de Eglantina Canales no paró allí con el diputado Luna Canales, porque el nombramiento de Teresa Guajardo en la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas va en el “paquete de encargos” que le heredaron a la administración de Miguel Riquelme.

También hay que agregar la designación de la consejera del ICAI, Bertha Isela Mata, porque Armando Luna está detrás de dicha nominación y sobresale su interés de seguir controlando el Instituto de Acceso a la Informa- ción. Hizo lo mismo cuando en su momento ocupó la presidencia la sabinense Teresa Guajardo. Incluso se asegura que estos personajes le tienen preparada una “jugarreta” al actual consejero-presidente del organismo Luis González Briseño.

También es cierto que la Diócesis de Saltillo tiene todo documentado sobre el trasfondo y la corrupción existente en el confinamiento de residuos industriales instalado en General Cepeda, en donde los nombres de los beneficiarios Daniel Calver, Bertha Isela Mata, Armando Luna y Eglantina Canales salen a relucir en el asunto.

Otro que salta a la palestra política y a poco tiempo que estaba para retirarse de la Rectoría de la UANE, es Higinio González Calderón, quien sin pena ni gloria y luego de haber criticado las dos administraciones moreiristas -de Humberto y de Rubén-, recibe ahora la Secretaría de Educación Pública. Desde esa posición, sin duda, el panista-priista favorecerá principalmente a las escuelas y universidades privadas en donde tiene decisiones. No se duda que haga negociaciones con otras más.

Por otro lado, hay tranquilidad en el gobernador Miguel Ángel Riquelme porque sabe que cumplió su palabra con Rubén Moreira al otorgarle las principales carteras del organigrama de su gobierno. El ejecutivo lagunero quiere pasar las fiestas decembrinas en familia y en paz, porque sabe que sus colaboradores cercanos como Jorge Luis Morán Delgado y Lauro Villarreal Navarro hacen sus encomiendas de trabajo sin reflectores.

Lo que es un hecho, es que Riquelme Solís tiene información de primera mano del Tribunal Superior de Justicia encabezado por Miriam Cárdenas Cantú, quien desde hace tiempo no hace bien su trabajo. Sus principales detractores son los mismos magistrados de las diferentes salas quienes cuestionan su labor.

El 2018 será de sorpresas, y el actual gobernador lo hizo público aunque muchos no lo quieran interpretar. El reciente Sistema Anticorrup- ción jugará un papel importante en la vida política de Coahuila en los próximos años. Justamente cuando hoy en día existe un clamor ciudadano generalizado, que exige cárcel para los funcionarios que impunemente saquearon las arcas de Coahuila en los últimos 12 años, los años del moreirismo, los cuales aún siguen en las nóminas estatales haciendo de las suyas.

 
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