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el periodico de saltillo

Diciembre 2017

Edición No. 346


Del Tintero

Democracia de a mentiritas

Fidencio Treviño Maldonado.

Leer a Aristóteles, Demóstenes o Séneca entre otros sofistas griegos y sus legados de 360 o más años antes de Cristo de cómo se conforma una república, la estructura de una nación entre otros rasgos sobre el buen gobierno, y después de leer a estos filósofos y ver como en México la Casta Divina quiere que veamos la democracia, es sentir asco cuando en este país llamado México nuestros magnates y manipuladores de las elecciones hablan sobre el tema, ya sea en campañas electorales, en sus discursos lúdicos o en en sus partidos políticos, en donde sin mostrar un rasgo o pizca de vergüenza enarbolan y elevan con galantería la palabra democracia. En el nombre de esta Señora llamada democracia, al igual que en el nombre de Dios van encausados millones de fraudes, robos, peculados, marrullerías, traiciones, pillerías, hambrunas, guerras y crímenes que entre otras miasmas en México se cometieron y es fecha que se sigan dando en todo su apogeo.  

Jugar con el destino del pueblo ha sido la constante de nuestra Clase Divina, burlarse de los ciudadanos en cada sufragio para seguir ostentando el poder es lo que se puede palpar en las  contiendas electorales por ocupar algún puesto público que en su mayoría y sin hablar de porcentajes llegan a su pedestal arrastrándose como las serpientes (con perdón de estos preciosos animalitos), siendo pocos lo que logran llegar a la cumbre como las aguilas, libres. Es la tan viciada y necia vida política nacional que entre avances y retrocesos con más errores que aciertos, arropada con una democracia fallida, secuestrada y violada se ha sostenido -por citar un ejemplo- por siete décadas un sólo partido quien ostentó su oligarquía, el llamado Partido Revolucionario  Institucional y simulando la democracia a su criterio la maneja en cada contienda. Llega otro partido a la presidencia y por doce años descompone más la pseudodemocracia que sus allegados, a su manera y pobre criterio imponen, es decir la monopolizan y hasta tiene marca registrada.

Se forma en el país un árbitro que supuestamente regula y dictamina las reglas de esta democracia, el INE antes el IFE, un instituto caro y una carga para el escuálido presupuesto y de paso un tentáculo más del pulpo en ese círculo perverso y hegemónico, es decir, no es ampayer, mucho menos árbitro en las contiendas, sino una carga y estorbo no sólo para la democracia, sino también para el pueblo. La democracia entre otras cosas es la eficacia, la efectividad, colectividad y la gobernabilidad y entre éstas establecer una relación tal que armónicamente lleve a cabo el funcionamiento democrático y de apertura colegiada, más allá de que sea por, para y con él pueblo. La responsabilidad de unos para otros, sin embargo en México la inexistencia de esos rasgos, la irresponsabilidad política, son causas de la ruptura social, la desconfianza de sus habitantes, la incertidumbre de los ciudadanos en su economía y trabajo y muchas veces el rechazo a las enmiendas del gobierno y de ahí tanta corrupción, indiferencia ciudadana y el deterioro del buen gobierno. 

Como resultado en el país, vemos la división de castas, la burocracia, los paraísos fiscales dedicados al fraude, los agraciados del sistema como dueños absolutos de los monopolios nacionales, las divisiones institucionales que son paridas por la misma división de partidos políticos, los feudos del poder y fortunas formados en los mismos imperios de corrupción.

En una democracia no totalitaria, sino al menos a medias se hace necesario que las instituciones sean flexibles y actúen como tales, que la sociedad vea que el desarrollo económico lleva la combinación con la productividad y la cohesión social llegará por añadidura; sin embargo en México es todo lo contrario, el caos económico perdura, la justicia es vendida o comprada, los monopolios comerciales gubernamentales son prohibidos para el pueblo, en resumen reina la anarquía gubernamental y es imposible al menos en un tiempo inmediato implantar la democracia, de ahí que se juegue en cada elección a una democracia de mentiras, un simple juego en que los sufragios son manipulados y de esa manera también manipulan los sentimientos y el uso de la razón de quien en forma muy ilusa o onírica en este hermoso país cree en la democracia como razón para gobernar.

Mientras aceptemos el “Que ahora roben otros, que no sean los mismos “ o aquel “Que robe , pero que no robe tanto”, estamos recontra jodidos, o una vez pasadas las elecciones, el ganador comenta:“Triunfamos porque imperó la democracia”, mientras el perdedor protesta y vocifera “Hubo Fraude”, esta nación seguirá adoleciendo, no sólo de democracia en las elecciones, sino las consecuencias de un Estado totalitario, es decir un feudalismo muy bien disfrazado de democracia. En este país  implantar la democracia está en nosotros y en nadie más, porque como están las cosas parece ser que el caos y la anarquía es la que conviene al Estado y a su fallido sistema. Por cierto jugar a la democracia, les ha dado muy buen resultado.

kinotre@hotmail.com  

 

 
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