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el periodico de saltillo
Mayo 2016
Edición No. 327


Concamin y Coparmex no son representantes
del pueblo de México

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

----Todas las cámaras empresariales, desde la de comercio, industria, construcción, propiedad urbana, etc., están alineadas obligatoriamente a los intereses del gobierno federal en turno y además reciben directrices de parte del Consejo Coordinador Empresarial que aglutina a los CEOs de las trasnacionales en México… ¿Y son éstos los representantes del pueblo?----


Manuel Herrera Vega presidente de la CONCAMIN, Confederación de Cámaras Industriales, indicó que: “Los industriales reconocemos la situación compleja y el esfuerzo que el Ejército y la Marina realizan todos los días para mantener la paz y la estabilidad social. Las fuerzas armadas de México demuestran solidez institucional y reafirman su lealtad al país renovándose ante cualquier desafío y reforzando su compromiso con los derechos humanos”.

¿Por qué los industriales tienen que echarle florilegios al Ejército y a la Marina sobre derechos humanos y sobre lealtad al país y renovación del compromiso con los derechos humanos, precisamente ahora que está en entredicho el Ejército no por lo de los 43 de Ayotzinapa solamente sino por infinidad de casos que no vale la pena enumerar?

El presidente de COPARMEX también se ha pronunciado igualmente, solidarizándose con que el Ejército y la Marina sigan en las calles. Lo hace como si fuesen representantes de los mexicanos. No representan -los dirigentes de todas las cámaras y del Consejo Coordinador Empresarial, la madre de todos los organismos empresariales mexicanos- ni el 1% de los mexicanos, sin embargo son quienes hablan por el país, ¿y los sin voz que somos 121 millones de mexicanos a quiénes tenemos de voceros y representantes?... ¿A los diputados, a los senadores? ¡Ni madre! Esta caterva de legisladores de mentirijillas, sólo representan al igual que el otro poder, el judicial, la parte más desvergonzada del poder ejecutivo.

Constitucionalmente el poder legislativo es el representante del pueblo y es él el que tiene que hablar en nombre de los ciudadanos ante los otros poderes y tiene que legislar, siempre y sin la menor duda, para beneficio de la mayoría, cuestión que en México esto es una utopía. Por otro lado, la clase empresarial, al igual que los legisladores y los miembros del sistema judicial, son mexicanos con todos los derechos constitucionales al igual que el más humilde de los trabajadores, pero no tiene ningún derecho de hablar en nombre de la Sociedad Civil.

La Sociedad Civil somos todos, y nuestros representantes según nuestra Carta Magna, son los diputados, sin embargo en la praxis, ellos sólo se representan a sí mismos, a sus partidos y al ejecutivo. De esto no cabe ni la menor duda, y discutir sobre esto, resulta ciertamente simple y llanamente una plática, tanto bizantina como nugatoria.

El Ejército y la Marina violan los derechos humanos, son parte del ejecutivo pero el ejecutivo mismo, en todos los rubros -educación, salud, seguridad social, etc.,- viola los derechos humanos. El legislativo los viola cotidiana y consuetudinariamente, los jueces y magistrados igualmente y el procurador que es también parte del ejecutivo, los viola día a día. Entonces preguntémonos, ¿alguien representa a los mexicanos aquí o en cualquier parte?

¡Nadie! Nadie nos representa a cabalidad, y esto es tan cierto como que Peña Nieto tiene una Casa Blanca en Las Lomas de Chapultepec y que la maestra Gordillo le advirtió a Peña Nieto que la reforma que él planteó a la educación -por órdenes del FMI y BM (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial)-, era inconveniente para la educación de los adolescentes y los niños, igualmente para los maestros y peor aún para México y su soberanía, sin embargo Peña Nieto optó –por mera venganza- meterla en la cárcel recurriendo a la justicia.

Misma justicia que no opera en contra de quienes delinquen igual o peor que la maestra Gordillo, pero que se suman a los designios de Peña Nieto o le invitan parte de lo que deshonestamente han adquirido -del erario- mediante todo tipo de trapacerías, actuando de manera dicotómica en todos los sentidos, tal y como lo hizo Humberto Moreira. Por ello es inaceptable que los empresarios por medio de Coparmex y Concamin, pretendan parecer ante el Ejército, la Marina y los medios de comunicación, como representantes del pueblo mexicano, con tal de amainar la crisis que se les ha venido encima al propio Ejército y a la Marina -por ende al ejecutivo- debido a las recurrentes violaciones de los derechos humanos en que incurren. Y Usted qué opina amable lector.

ah.pd@hotmail.com

 
 
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