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el periodico de saltillo
Diciembre 2016
Edición No. 334


Termina un año tortuoso para la política nacional e internacional

Jesús M. Moreno Mejía.

“Con el viento se agita el mar; con los rumores, el pueblo”.
Fíodor V. Rostopchín.

 

El año que está por concluir debe ser considerado, definitivamente, un 2016 tortuoso para la política nacional e internacional, y por lo tanto debemos esperar un 2017 de insospechadas sorpresas para quienes vivimos este mundo convulso, aunque hay que reconocer que no sólo de hoy sino de siempre.

La lucha por el poder en todas las épocas de la historia del hombre es algo inacabable, pero ya que nos ha tocado existir en una parte del siglo XX y lo que va del siglo XXI, no deja de causarnos tristeza saber de los estragos de dos guerras mundiales (las hubiésemos vivido o no, pero sí saber de sus consecuencias), así pensar en el constante peligro de padecer una terrible III Guerra Internacional, pues no hay que olvidar que somos una sociedad globalizada.

Porque si bien el mundo globalizado ha traído notables aportes al mundo moderno, tanto en avances científicos y tecnológicos, como en materia cultural y deportiva (casi todo a la mano, siempre y cuando tengamos dinero para pagar esas ventajas), también nos hemos acercado a hechos terribles como la violencia de las organizaciones criminales, del terrorismo y de guerras de exterminio abominable.

Somos una sociedad universal, una enorme aldea globalizada, cuyo destino es gobernado por políticos, que aseguran ser los redentores de quienes los hemos elegido, pero que en la realidad trabajan para sus particulares intereses (salvo una que otra honrosa excepción en el mundo); a quienes analizamos tal situación no nos queda otra que señalarlos con índice de fuego, con la esperanza de que algún cambio ocurra en beneficio de los ciudadanos.

En particular nos interesa nuestra patria, sin menospreciar lo que ocurre en otros ámbitos del planeta Tierra, y por lo mismo comenzamos comentando lo más sobresaliente que ha ocurrido en México en el año que está por concluir.

Hoy amanecí con una noticia periodística que no es nada nuevo, pero que me movió a escribir este artículo: “Ven un aumento en corrupción del país”, se lee en el encabezado de una encuesta llevada a cabo por el diario capitalino “Reforma”, cuyo resultado arroja que el 57 por ciento de la población percibe que la corrupción en el Gobierno Federal va en franco aumento.

La encuesta se hizo en una muestra de 1,200 adultos, y por separado a 920 líderes sociales y de opinión pública, muchos de ellos especialistas en economía y analistas políticos, quienes un 71 % observa un marcado deterioro en el mismo rubro.

El aspecto peor evaluado del presidente Enrique Peña Nieto, es el combate a la corrupción, seguido por la economía y el combate al crimen organizado, y con ello se mantiene a la baja en aprobación, ya que los ciudadanos lo reprueban con un 4.1 en promedio, en tanto que los líderes con un 3.0 de calificación, que incluye a todos los secretarios de estado.

Y es que EPN prometió hace ya cuatro años (al inicio de su gestión) que controlaría el gasto del aparato gubernamental, la deuda y fortalecerí las finanzas públicas, lo que no ha ocurrido. Los especialistas coinciden en que a pesar de que hay ligeros avances en áreas de transparencia financiera, el gobierno sigue igual en gastos excesivos.

Se sabe que durante la gestión de Peña Nieto, la deuda total de México ha crecido alrededor de 10 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), que significa uno de los aumentos más acelerados en la historia gubernamental nacional.

Ahora bien, en el rubro político, durante este año se ha incrementado la lista de gobernantes corruptos, lo que ha sido posible porque los poderes legislativos y judiciales de los estados carecen de autonomía, pues están supeditados a lo que ordene el gobernador en turno.

El periódico “El Siglo de Torreón” publica una lista negra de gobernadores acusados de haber saqueado las arcas públicas, recurrir a manejos indebidos con la anuencia de la mayoría de sus legisladores locales y autoridades judiciales, que han solapado al ejecutivo en turno.

En esa lista (que de seguro está incom- pleta), se menciona al ex gobernador Humberto Moreira Valdés, hermano del actual ejecutivo estatal de Coahuila, quien recientemente fue confirmado como consejero nacional del PRI; Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León, acusado por el actual gobernador Jaime Rodríguez Calderón, por un supuesto uso indebido de funciones, peculado y daño patrimonial.

César Duarte Jáquez, ex gobernador de Chihuahua, quien es investigado por malversación de fondos públicos para fines personales y otros delitos, según acusación que en su contra ha presentado el actual gobernador de esa entidad, Javier Corral. Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, acusado de haber tenido vínculos con el crimen organizado, extorsión y asociación delictuosa durante su administración (1999-2004).

Javier Duarte y Fidel Herrera, ambos ex gobernadores de Veracruz y con sendas acusaciones de desvío de recursos y peculado, quienes supuestamente son buscados e investigados por la Procuraduría General de la República.

Existen otros cuatro ex gobernadores que se encuentran detenidos en México y en el vecino país del norte: Guillermo Padrés, de Sonora, quien recibió recientemente auto de formal prisión como presunto responsable de defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Jesús Reyna García, que fuera gobernador interino de Michoacán, encarcelado por delincuencia organizada.

Andrés Granier, de Tabasco, detenido por desfalco al erario, pero con auto de formal prisión por el desvío de 2,600 millones de pesos durante el último año de su sexenio. Mario Villanueva, encarcelado hace 14 años, seis en Estados Unidos de América, por el delito de delincuencia organizada, lavado de dinero y narcotráfico.

Existen además otros cinco ex gobernado- res (uno de ellos el último regente del Distrito Federal), que a pesar de haber sido acusados de diferentes delitos se encuentran actualmente en libertad y sin responsabilidad legal en su contra. Ellos son:

Juan Sabines, de Chiapas, absuelto por la Procuraduría de Justicia estatal del delito de peculado. Narciso Agündez, de Baja California Sur, absuelto del delito de malversación de fondos. Luis Armando Reynoso Femat, de Aguascalientes, acusado de peculado pero en libertad bajo caución por el Tribunal de Justicia de ese estado. Pablo Salazar, de Chiapas, encarcelado durante 17 meses acusado de asociación delictuosa, pero puesto en libertad posteriormente. Óscar Espinoza, ex regen- te del D.F., acusado por peculado y absuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La lista negra es mayor, pero muchos gobernantes la han librado, gracias a las autoridades judiciales. Sin embargo, todo lo que ha salido a la luz pública ha mermado la confianza de la ciudadanía, por lo que en las próximas elecciones de 2017 y en las de 2018, de seguro habrá sorpresas en los resultados de ambas.

Del plano internacional, lo dejamos para una próxima colaboración.

¡Hasta la próxima!


 
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