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el periodico de saltillo
Septiembre 2015
Edición No. 319


Las obras públicas y el cacareo gubernamental


Fidencio Treviño Maldonado.


Nuestros gobernantes a cualquier nivel y como uso y costumbre se auto alaban con sus obras y eventos, esto deja a la sociedad mal parada al pregonar que sólo ellos y nadie más que ellos llevaron a cabo obras que con pompa, trompetas y panderos ponen en marcha o inauguran una vez terminadas. Desde aquella frase clásica del Jarocho don Roberto Blanco Moheno --El caso no es poner el huevo, ni el tamaño que éste tenga; La treta es saber cacaraquearlo-- y en este país en donde miles de funcionarios dan informe y cada quien dice lo que le conviene o declara en las distintas Instituciones de la mentada transparencia y sus filiales, que la verdad sea dicha sirve para nada la cosa.

Más allá de que las obras, chicas, medianas o mega obras son un robo por parte de quien las ejecuta como de quien las licita y por fin de quien las ordena, es decir hay que repartir hasta el último escritorio y se calcula y hasta se asegura que de cada peso que se gasta en algunas obras sólo se utiliza 40 centavos de ahí la pésima calidad de dichas obras. Por citar la dizque mega o super carretera de Durango-Mazatlán en la que se tardaron más de 22 años y pasaron 4 gobernadores del Estado para la inauguración, con un costo de cientos de miles de millones de pesos de la que nadie pidió ni rindió cuentas. !De ese pelo!

Hace pocos años también en Torreón, Coahuila, el llamado "Circuito Revolución" se inauguró, su costo elevado y esas corruptelas y miasmas, total al poco tiempo, después de varios accidentes por lo defectuoso de la obra, ésta fue derribada y se hizo otro que la verdad deja mucho que desear, nadie, sólo un pobre albañil pagó, el gobernador de Coahuila, en ese tiempo Enrique Martínez y Martínez ni quien lo molestara, su gasto fue muy elevado y como siempre el jodido pueblo pagó.

Lo raro y ya costumbre en este país es que todos los gobernantes y altos funcionarios dicen que ellos hicieron "X" porcentaje más de obras, que ellos invirtieron más en servicios que el otro y así sigue la perorata; sin embargo, la verdad es que este país sigue sumido en el caso y síndrome del fracaso de un Estado bananero, villamelonero y tercermundista aunque se lleven a cabo obra y más obras que para el pueblo son fantasmas y sólo sean una carga más para el mismo.

Entendiendo que esas obras son del dinero de nuestros impuestos, derivados del petróleo,
de las exportaciones e importaciones, de lo que consumimos y de los altos impuestos que por todo se pagan en el país. Todo estaría bien y hasta aceptarían el pagar más impuestos si nuestras obras y servicios estuvieran a la altura de sus costos, es decir de buena calidad y buenos servicios, sin embargo parece que todas las obras se hacen con las patas y cuando uno ocurre a solicitar algún servicio (SEP, CFE, IMSS, ISSSTE, Hacienda, Seguridad Pública, entre otras cientos de instituciones, incluyendo miles de políticos) en su mayoría somos mal atendidos, el desprecio de los que trabajan es costumbre hacia la gente que les paga, pareciera que la soberbia, el orgullo, la pedanteria y la indolencia es el gene que campea en la gran mayoría de quien atiende estas instituciones. Eso sí, si se trata de inaugurar obras hay que pagar en la tele, radio o diarios y revistas para hacer de esto una farándula, cacaraquear el huevo y seguir en el burlesque, y ante un pueblo ignorante, es fácil decir que el combate al hambre, aunque sea un fracaso, es con dinero del gobierno, cuando en verdad en un país que se dice democrático el gobierno somos el pueblo.

Pues ahí está, y a estas fechas en toda la república como cascada se vienen los mentados informes de lo que hicieron o lo que se pretende hacer en los próximos meses o años, en el caso de los Diputados Federales que terminaron su gestión, con más pena que gloria está igual, no hubo ni habrá avance en ningún rublo, la patria está empantanada entre comisiones fantasmas, reformas y leyes; enlodada en corrupción, ensangrentada por los casi 60 mil crímenes en los tres años que Peña Nieto tomó las riendas del ´país, quien salió raspado y según 100 diarios y revistas políticas, el presidente sale reprobado en su administración y desempeño en sus tres primeros años, esto por miles de motivos entre ellos, los productos de la llamada canasta básica en las nubes, los miserables y pobres crecieron en 2 millones, el sistema educativa sin cobertura para 3 millones de jóvenes y niños.

¿ Entonces cuál informe de obras y servicios podemos esperar..?, Es decir el dinero del pueblo es el que mantiene a los cientos de políticos, mientras ellos mantienen al pueblo diciendo cada baboseada de sus "Mentadas" obras...



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