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el periodico de saltillo
Mayo 2015
Edición No. 315


El Teatro Acuña ...crónica de un viejo recinto cultural

 

Rigoberto Losoya Reyes.

El día 31 de enero de 1907, el municipio -a iniciativa de su presidente municipal Dr. Lorenzo Cantú- adquiere la finca y terreno propiedad de la Sra. Dionisia Riojas de Miller, con el propósito de construir en ese lugar un Teatro. Se aprecia en el testimonio notarial que no se cita el nombre definitivo del próximo recinto, sólo se anota la expresión “El Teatro”. Aquellos días, cuyo clima político ya se percibe muy inquieto, la era porfiriana se encuentra en plena decadencia. Como testigos instrumentales aparecen los señores Ildefonso Vázquez y Manuel Rodríguez Pérez, y por otra parte, comparecieron el señor Federico Miller, casado, mayor de edad, vecino de la Villa de Sabinas, Distrito de Monclova, y accidentalmente en esta Ciudad.

Don Federico Miller, de nacionalidad alemana, era propietario del molino de Puerto del Carmen, a 10 km. de Nadadores, Coahuila. Entre 1893 y 1897, trabajó en ese lugar don Pablo González quien participara posteriormente en la revolución mexicana, fue el precursor de la primera industria molinera en Sabinas, que fue quemada y destruida durante la revolución. Pablo González emparentó con don Federico al contraer matrimonio con su hija Carlota Miller Riojas.

Se acordó que la enajenación se realizaría por la cantidad de dos mil pesos, cantidad que se entregó en efectivo de parte de don Abraham Barrera, quien recibe los títulos de propiedad en nueve fojas, quedando así consumada la operación de compraventa. Este acontecimiento legal significó el origen de lo que sería posteriormente el Teatro Acuña, en Ciudad Porfirio Díaz. La construcción del Teatro implicaba una fuerte inversión, el municipio de Ciudad Porfirio Díaz, no contaba con una suma tan grande para financiar este proyecto tan ambicioso emprendido por el Doctor Lorenzo Cantú y la única solución para continuarlo, era solicitar un préstamo.

Ante estas circunstancias, quienes vienen a salvar el proyecto, fueron las señoritas Virginia, Flavia y Guadalupe García, tres hermanas solteras residentes de Ciudad Porfirio Díaz, quienes otorgan un préstamo de veinte mil pesos al Ayuntamiento de esta ciudad, para la construcción del teatro. Con fecha 13 de agosto de 1908, hipotecó a favor de las señoritas García el edificio del futuro teatro que estaba en construcción en esos días. La ubicación del Teatro se localizaba en la calle Zaragoza Sur, una arteria muy comercial en aquella época y que conducía directamente a la estación del ferrocarril.

La construcción del edificio se inició el 5 de mayo de 1907, fecha que cita el doctor Lorenzo Cantú, Presidente Municipal de Ciudad Porfirio Díaz, en su Informe que rindió a la población el 1º. de enero de 1908, donde informó que se habían gastado treinta y cuatro mil cuatrocientos siete pesos y se estimaba invertir un total de sesenta mil para el proyecto de construcción del Teatro.

El recinto fue inaugurado el 16 de septiembre de 1909, con la asistencia de lo más granado de la sociedad porfiriana. Se le nombró Teatro Acuña en honor al poeta y dramaturgo Manuel Acuña, considerado uno de los más destacados y característicos representantes del romanticismo mexicano. Virginia Fábregas llegó a presentarse en el “Acuña”. En el Teatro Acuña se presentaron veladas literarias-musicales y festivales de beneficencia.

En 1913, don Manuel Neira Barragán, llegó a trabajar en este Teatro por las noches de violinista por la noche musicalizando aquellas antiguas películas mudas. Lamentablemente, el viejo recinto teatral fue demolido en la década de los 70, después de algunos años de estar en ruinas.

 
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