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el periodico de saltillo
Mayo 2015
Edición No. 315



Día del… ¿maestro?

Ángel Zavala Jr.

La edición del mes de MAYO de 2015, aparecerá, si todo sale bien y no hay requisa, el día 15, “Día del Maestro”, de San Isidro Labrador y fiesta en San Isidro de las Palomas, hoy Arteaga Coahuila, Cabecera municipal.

Pues entonces: Deseo muchas felicidades a todos los Isidros e Isidras y a los habitantes de Arteaga, por esta celebración.

También felicito a todos los maestros que hoy celebran su día, a todos aquellos que cobran sin dar clases, a quienes se incapacitan cuando terminan las vacaciones, a los que van a su lugar de trabajo a hacer nada, a los que no preparan clase, a los maestros que, siendo delegados sindicales, anteponen a lo que debe ser su labor educativa, la de liderar a flojos, cínicos, faltistas y carentes de preparación académica, que no son capaces de dominar su materia.

Extiendo mi felicitación a los profesores que, habiendo cursado estudios en las escuelas normales, se olvidan de la aplicación de los recursos pedagógicos para simplemente “encargar trabajos” a los alumnos para pasar la materia. A los que únicamente les ponen a hacer resúmenes, a los que siendo de la especialidad de Español, tienen faltas de ortografía y que todavía se quejan de que los alumnos de preparatoria no saben redactar.

A todos ellos, y a los profesores que ponen el ejemplo de cómo deben comportarse los alumnos, vandalizando todo lo que encuentran a su paso, justificándose o escudándose en que la reforma educativa reciente no es otra cosa que reforma laboral, para obligarlos a trabajar, a devengar sus sueldos, a impartir preparación académica a los niños y jóvenes de México y que lejos de eso se la pasan en plantones y protestas.

A esos maestros, yo los felicito. Tienen la fórmula perfecta para cobrar sin trabajar y además de no asistir a impartir clases, se molestan porque los pagos no se les hacen a tiempo.

Que pasen muy bien el día del maestro los profes que no dominan su materia, y que obtienen la plaza mediante triquiñuelas, favores y amistades. Ellos creen que los alumnos no tienen la capacidad de comprender y hasta de criticar las fallas que tienen como maestros… los niños y jóvenes de estos tiempos son críticos y observadores. Ya no se les puede engañar fácilmente.

¿A quiénes me falta felicitar? Ah, sí… a los maestros rurales (no todos, conste) que van a la escuela de rancho el lunes y el martes y se regresan a la ciudad el miércoles. Obviamente no van el jueves y el viernes, y la siguiente semana es igual, y la siguiente…Otros maestros rurales (muy pocos), se identifican con la problemática de la comunidad a la que sirven, son líderes en la búsqueda de soluciones satisfactorias para los alumnos y el entorno para el que trabajan. A ellos no los felicito, porque el apostolado de la educación no necesita de loores. No necesitan de reconocimientos, más que el ver realizados a sus muchachos, asistir a su graduación y humildemente hacer un seguimiento de aquellos que continuaron estudiando, a fin de comprobar la efectividad de su trabajo.

Tampoco felicito a los profesores que asisten todos los días a sus escuelas, desde muy temprano; a los maestros que preparan clase desde una noche antes; a los que elaboran sus exámenes y no basan la evaluación únicamente en “trabajos especiales” que ni leen siquiera. Esos profes, los que se la parten para cumplir en dos escuelas, pues las necesidades económicas ameritan depender de dos plazas. A ellos no los felicito, porque simplemente cumplen con su trabajo

Por supuesto, recuerdo a todos mis maestros de los diferentes niveles, desde la primaria, y me encuentro con grandes diferencias con los actuales.

Por ejemplo, la seriedad, rectitud, honestidad y responsabilidad, (entre otros valores), carecen de valor para muchos de los profes de hoy, Dichos valores, aunados a su preparación y entrega al magisterio, fueron características de mis maestros de primaria.

Deseo expresar mi reconocimiento a los verdaderos profesores, a los que se han ganado la simpatía y cariño de sus alumnos, a los que predican con buenos ejemplos y lo dan todo por el cumplimiento de su trabajo

A esos verdaderos maestros, no los felicito; no se necesita un día especial para reconocer el trabajo magisterial de unos cuantos, que representan en la realidad, un sueño; el de de que así deberían ser todos los docentes. Lamentablemente seguirá siendo un sueño mientras no se cumpla con el objetivo de las Escuelas Normales: la formación de profesores con verdadera vocación para el ejercicio de una labor tan encomiable, tan importante para un País como el nuestro, donde unos cuantos “profesores” tergiversan la actividad magisterial con actitudes contrarias a ella.

México necesita de mujeres y hombres preparados, competentes, críticos; capaces de sortear todas las dificultades futuras, de encontrar nuevas fórmulas que permitan al País salir de todos los baches a donde lo han destinado los malos gobiernos y sus pésimas decisiones. Contra la corrupción, promesas y mentiras del sistema, se debe oponer la educación, sentido crítico, preparación política y conciencia de sociedad. Eso se logra despertando nuestra verdadera fuerza, hoy en el aula, mañana en todas aquellas posiciones que den por resultado una mejora notable a nuestra gente. Recursos para ascender son la preparación académica que los maestros nos proporcionan en las aulas y la educación que se “mama” en casa.

angel.zavala14@hotmail.com

 


 

 
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