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el periodico de saltillo
Marzo 2015
Edición No. 313



Frankenstein los futuros habitantes de Coahuila y del mundo.


Apolinar Rodríguez Rocha.

¿PROMOVER LA ANARQUIA? EL CIENTIFICISMO, como principio la anarquía, al enarbolar la trasgresión a las Leyes naturales como su principal postulado y objetivo. El cientificismo CORRUPTO, pretende evadir, eludir y trasgredir todas las normas naturales y leyes naturales, con un fin a corto mediano, y largo plazo incierto y no declarado, cuya secrecía ofende el entendimiento y la razón humana.

Por tanto evidencia que este cientificismo no es el de la recta razón, sino el de la recta trasgresión o ANARQUÍA, en consecuencia se descubre de obvio que existen dos cientificismos el de la recta razón, y el de la anarquía egoísta.

El cientificismo hablando de la ciencia del Derecho Contemporáneo enarbola dos corrientes evidentes, una de la recta razón, acorde al pensamiento jurídico como orden social y otro del egoísmo puro o individualismo que evade la responsabilidad de la participación en el diseño, creación y subsistencia del orden social. Y de un orden universal.

El egoísmo pretende la muerte de todo obstáculo natural al querer, o desear humano, a costa de del orden natural, por el cambio a el caos artificial, de la que resulta una carrera diabólica a los paliativos transitorios, previos y posteriores a la superación del conflicto creado (intencionalmente) y dependencia al remedio, la destrucción del medio ambiente y la manipulación de la naturaleza para el control humano, o egoísmo.

El cientificismo así establecido en dos corrientes el liberal y del de la recta razón, son factores determinantes y en las políticas públicas.

La expresión manifiesta en el Derecho, la podemos apreciar en tendencias políticas a la sobreprotección de minorías o subculturas, como la homosexual donde el fin perseguido por el estado es el control de la natalidad, donde el Estado se yergue en forma inconstitucional auto arrogándose como administrador de la vida humana, administración que realiza de forma oculta bajo la careta de protector de derechos humanos de minorías, cuando lo que en realidad pretende es combatir, de forma neurótica, con las llamas leyes de pánico, una pretendida futura… sobrepoblación, que extermine los recursos naturales y los alimentos, como ficticia fuente de una gran hambruna.

Los que así piensan y razonan, niegan la suficiencia de la naturaleza y las leyes naturales, y la sociología donde las pandemias, guerras, terremotos, maremotos, huracanes, e incluso las propias hambrunas incluso el delito se encargan de exterminar a los más débiles, que incluso, la competencia natural por la sobrevivencia, que muy bien conocemos en México con fenómenos, resientes, como la delincuencia organizada e incluso la despreciable corrupción en las desapariciones forzadas de personas, sirven en forma natural (involuntaria) para mantener el equilibrio poblacional y alimentario, como es sabido .

Como Jurista y por tanto sociólogo, niego por fantasiosa, la hipotética teoría y postura de los biólogos, sobre la hambruna como exterminio de la raza humana, quien en esa teoría no son naturalistas ni científicos, sino filósofos; por las razones sociológicas, criminógenas, patógenas que expongo, y por otras que en su oportunidad extensa expondré, sostengo en contra de ello que la sabiduría de la naturaleza mantendrá el equilibrio natural en el planeta si dejamos de seguir el cientificismo patógeno y seguimos el de la recta razón.

Niego que sea necesario, el postular como se hace LOS DERECHOS HUMANOS como medio de combatir los VALORES HUMANOS.

Por tanto es indebido que se sostenga, oficialmente por el Estado Mexicano, por el Estado de Coahuila, y en su caso por cualquier gobierno del mundo que es necesario impulsar el control natal con el homosexualismo, los preservativos y el aborto como medios para ello, pues tal actitud además de incidir en forma injustificada en la vida individual y engatusar a la población, manipulando su voluntad para determinarlos desde el poder gubernamental a la práctica del homosexualismo, la promiscuidad y el sexismo, desnaturalizando la natural y ética función de procreación del sexo en el ser humano, naturaleza cuya desnaturalización para generación de humanos en vitro, nada tiene de científica sino de medio de control natal y comercial, como sucede en los transgénicos; donde ya los trasgénero, por ejemplo, son manipulaciones artificiales del cuerpo y paulatinamente al genoma humano (podríamos deletrear tras-generó de donde se dice la manipulación de lo originalmente generado) donde éstos no son ya un ser humano natural, sino un hibrido artificial FRANKESTENIANO, el problema es cuando el gobierno se arrogue el MONOPOLIO DE AUTORIZAR LA CONCEPCIÓN Y NACIMIENTO DE SERES HUMANOS, SU SEXO E INCLUSO, SI TENDRÁ ALGUN SEXO O GÉNERO, PUES ESTO SERA YA INNECESARIO.

 
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