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el periodico de saltillo
Julio 2015
Edición No. 317



Jugar a la escuelita

-Cuenta las tablitas, yo ya las conté. Cuéntalas de nuevo, yo ya me cansé...
-Pin pon es un muñeco de cera y de cartón, se lava la carita con agua y con jabón…


                                                     

Fidencio Treviño Maldonado.
   


   
    A estas alturas de la república, con un sistema con el que hace más de un siglo el gran maestro don Justo Sierra, quiso ampliar y componer la educación en el país, y con un rotundo: “No le abra la jaula a los tigres” el General Porfirio Díaz Mori  terminó la petición a este ilustre hombre y de paso se llevó por las patas al mismo sistema de educación. Años más tarde don José Vasconcelos recibe un rotundo: “Mejor hay que preparar un buen ejército, porque los que saben leer y escribir se hacen muy ladinos”  Y también se acabaron las ilusiones de Vasconcelos, cuando menos elevar la cobertura de la nación en el rango de educación. 

Llegaron y se fueron algunos buenos y otros malos jefes de la SEP; don Lázaro Cárdenas y sus pilares de la educación, con las Escuelas Normales Rurales y agrícolas, que el mismo sistema con los sabelotodo de sus ministros, a la muerte del Tata los desarticuló. De pronto la SEP fue botín del burocratismo en vez de ser la mayor preocupación y prioridad para el país, fue también la cereza con todo y pastel para la colección folclórica de líderes corruptos y charros que se apoderaron de esta Secretaría; en esa pista de aterrizaje se les dio cabida y caben a la fecha, miles de aviadores.

El pueblo en su mayoría ha seguido sumiso y callado ante tantos atropellos y, desde luego, los ciudadanos conformistas con todo lo que el poder hegemónico ordena, quitar materias y reducir horario de clases. De los 210 días de clase, por puentes,  reuniones, cursos, y por angas o mangas solo se trabajan un promedio de 187 días, esto en las escuelas  con horarios normales, mientras en otras (Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guerrero…) solo un promedio de 70 días al año se dan clases; entre tanto, en miles de escuelas por no gastar la regla, ha sido reducir espacios.

So pretexto de que la educación avanza se inventaron reformas, acuerdos, comisiones y pruebas  de esto y aquello, en firmas protocolarias con ramilletes de micrófonos de ornato en cada evento,  que  también  se han ido por las cloacas del sistema, incluyendo el mismo artículo 3o. de nuestra Carta Magna, pasado este por el arco del triunfo.

 Ahora el nuevo secretario del sistema de Educación a Nivel nacional don Emilio Chuayffet sigue los pasos de sus onagros antecesores y quiere o pretende seguir jugando a las escuelitas con el sufrido pueblo y está, según parece, logrando que el país siga sumido en el oscurantismo, ya que un pueblo ignorarte es fácil de manejar y la misma ignorancia hace de la sumisión un dogma. Si en verdad quisieran que el sistema de educación cumpla con y para lo que es INFORMAR y FORMAR en su ENSEÑANZA /APRENDIZAJE, no habría necesidad de aplicar tanta prueba a los mentores y escolapios, simple y sencillamente aplicar las reglas que marca la ley, pero el hacerse pendejos es la primera regla del sistema; el seguir como mansos corderos a lo que digan unos cuantos es la rasante mientras a los niños, jóvenes y pueblo en general, que se chingue; que sigan siendo los estudiantes carne de cañón para que el país siga en su empeño de ser un pinche pueblo de maquiladores y glorificar a las compañías extranjeras que llegan a exprimir con sus salarios de miedo a la fuerza laboral que potencialmente tenemos en este país,  en donde los jóvenes son la masa que está condenada a seguir con el oscurantismo mental que dan el alcohol, el fútbol, las novelitas color de rosa, los cantantes de corridos y desde luego, la productividad del desempleo. 
   
Ya hace dos o más años que se le vendió a Peña Nieto la tan llevada y traida Reforma educativa, y es fecha en la que no se ha avanzado ni un ápice, y mientras  la mayoría de los profesores le saca a la prueba de enlace o la prueba de diagnóstico, la picheada va por otro lado y es joder al niño y  directamente a los padres de familia y no tanto a los profesores.  ¿Por qué …?, pues la cosa va más o menos así: a  la voz de ya, serán los padres de los escolapios quienes según la mentada reforma educativa, quienes pagarán la energía eléctrica, el agua, el predial, esto entre otras cosas, igual o peor que un colegio privado, pasándose aquello que el Art. 3ero. dice: que la educación será gratuita y la otorgará el gobierno, bla, bla, bla.

Así está la cosa y aún en pleno siglo XX1 en nuestro país, se sigue jugando a las escuelitas; recitando las tablitas y cantando el silabario. En otros países ya apagaron las luces, porque su educación vio el sol, nosotros andamos a tientas buscando gises, borradores y paredes para ubicar el pizarrón.

Otra forma más de distracción para el pueblo es esto de la Reforma Educativa, y si no lo quieren creer, al tiempo y basta ver al secretario de la SEP Emilio Chuayffet encorralado diciendo que la federación nada tiene que ver con el sueldo de los profesores faltistas... Y Cuidado con los administrativos porque también pretenden que sean los municipios los que carguen con sus sueldos y pues los municipios ya no pueden con tanta carga y tampoco el pueblo puede con tanto impuesto...

Ante esto los profesores, los padres de familia y millones de mexicanos se preguntan:

¿Entonces qué jodidos hace este señor Chuayffet promoviendo la mentada Reforma, si es a cada Estado a quien le corresponde?

kinotre@hotmail.com

 
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