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el periodico de saltillo
Enero 2015
Edición No. 311


Miguel Ángel Riquelme: RE-PRO-BA-DO



Manuel Padilla Muñoz.

En su primer año de gobierno, el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, fue rotundamente reprobado por la ciudadanía. Era de esperarse, no podía ser de otra forma.

De acuerdo al Barómetro del Centro de Investigaciones México Avanza -organismo encuestador muy respetable, por cierto-, el alcalde recibió, de parte de la ciudadanía, una rotunda reprobación de 4.9 en una escala de 10; en el mes de julio había obtenido una calificación de 5.9; la eficiencia en los servicios municipales va a la baja; muy, pero muy al contraria a la visión del inocente gobernador Rubén Moreira Valdés, que un mes antes había calificado a Riquelme con ¡un 10!.., lo que demuestra la miopía del ejecutivo coahuilense que vive en un mundo irreal pero que tenía que tratar DE alabar a su engendro y, de paso, tratar de vernos la cara de tontos a los laguneros.

Pero no solamente Riquelme fue reprobado por los laguneros. También lo fueron el presidente Enrique Peña nieto, con una calificación reprobatoria nada honrosa de 3.9 cuando en el mes de julio obtuvo un 5.3. El caso más grave fue el de Rubén Moreira que fue calificado con un 3.8 mientras que en julio había obtenido 4.7. Lo anterior nos indica que la percepción de los laguneros es también contra el PRI, que de nuevo nada tiene y sí todos los viejos vicios y corrupción del viejo PRI. ¿Será esto factor determinante para las elecciones de diputados federales el próximo año?

El problema de Miguel Ángel Riquelme es de fondo. Es un alcalde espurio. A fuerza de ser sinceros, no ganó democráticamente la presidencia municipal pues si la elección hubiese sido, de partido a partido (PRI-PAN), Torreón sería gobernado por el panista Jesús de León Tello, que, lo más probable es que fuera peor. Fue gracias a la “ayuda” de más de 4 mil votos que le proporcionaron remedos de partidillos creados por el moreirato para que sus amigos puedan enriquecerse a costa del dinero público, entre los que destacan Primero Coahuila, cuya familia del profesor y ex cacique de Matamoros Jesús Contreras Pacheco succiona millones de pesos y el de la Revolución Coahuilense del nefasto Abundio Ramírez, más conocido en el bajo mundo del hampa política como “Ratabundio”.

Miguel Riquelme no ha sabido legitimizarse como alcalde en un año de gobierno por la sencilla razón que no tiene capacidad para ello y su gestión está a ritmo de los vaivenes que le dictan su pobre imaginación y su cercano círculo de amigos y colaboradores que buscan un raudo enriqueci- miento aunque sea en forma ilegal. Vieron que en las anteriores Administraciones sucedió así y tratan de aprovechar la impunidad que les brindan sus cómplices en el poder. Miguel Riquelme es un burócrata que, por azares del destino alcanzó la presidencia municipal gracias al apoyo de su patrón, el gobernador Rubén Moreira, a quien ilusamente busca suceder en el cargo. Pero, más que demostrado está ya que si no puede gobernar un municipio, menos, mucho menos, el estado de Coahuila.

¿Por qué ha caído tan bajo la concepción que de Riquelme tienen los laguneros? Ciertamente no es mera coincidencia. Para responder a esta interrogante debemos acudir, de nueva cuenta, al Barómetro de México Avanza, que parece ser “la voz de los sin voz”, la de los encuestados, la voz del pueblo, que nunca se equivoca porque es la voz de Dios. Y si se equivoca, vuelve a mandar, porque así debe ser la democracia.

La obligación ineludible de un Ayuntamiento es organizar y proporcionar los servicios públicos que requiere la ciudad y los ciudadanos: seguridad pública, limpieza, alumbrado público, educación y obras de infraestructura. Para ello pagamos el impuesto predial, único impuesto que el municipio le está permito cobrar. En Torreón, en la presente administración estos servicios son sumamente caros y muy, pero muy deficientes. Los torreonenses expresaron sus calificaciones de estos servicios: Seguridad Pública, 4.4 (4.7 obtuvo en julio): Alumbrado Público, 5.4 (5.6 en julio): recolección de basura, 6.4 (7.8 en julio), aunque el mérito es la empresa PASA, no del Ayuntamiento; Vialidades, 4.8 (5.8 en julio): transporte público, 4.4 (4.7 en julio), entre los servicios más importantes. Todo a la baja; no hay mejoría en nada. Todos los servicios en reprobación. Lo más importante: eficiencia del Ayuntamiento, 4.5 (5.9 en julio), lo que significa que el actual Ayuntamiento es ineficiente, no puede con “el paquete”. Recordemos que la ineficiencia es también corrupción. En conclusión, tenemos un Ayuntamiento corrupto encabezado por Miguel Ángel Riquelme. ¿O no?

Independientemente de los factores nacionales que, indudablemente, han repercutido en el ánimo de los mexicanos, los casos de los estudiantes asesinados e incinerados de Ayotzinapa; de los 22 muertos de Tlataya por militares; de los casos de desapariciones forzosas en Piedras Negras y Allende, Coahuila; de las “Casas Blancas” de Peña Nieto y su esposa, “La Gaviota Angélica Rivera y Luis Videgaray, secretario de Hacienda, que a final de cuentas retumban contra el podrido sistema del “viejo PRI”, hay factores locales de influencia entre los laguneros: Aumento del impuesto predial y de todos los llamados derechos; rehabilitar, con cargo a los ciudadanos y aumento de llamado “derecho” por recolección de basura que, dejar de cobrarla al usuario, fue la única cosa buena que tuvo el anterior alcalde, el nunca bien recordado Eduardo Olmos Castro; el ofensivo “donativo” al Club Santos Laguna de Futbol por más de 140 millones de pesos en efectivo y exentarlos de pagar ningún otro “derecho” o impuesto, lo que ofendió seriamente a los laguneros; llenar de cantinas la periferia de la Gran Plaza, que se rumora fuertemente, pertenecen a políticos de la anterior administración pero autorizadas por la actual, por lo que la que sería emblema de nuestra ciudad dejó de ser un paseo netamente familiar como lo había prometido el anterior presidente Municipal; la utilización de un grupo de “porros”, encabezados ahora por Lorena Charlas, para reprimir a golpes a quienes se manifiesten en la presidencia municipal contra quienes no acepten las estupideces de Riquelme que, siendo estudiante del Tecnológico de la Laguna, también fue “porro”. La memoria social recuerda que Lalo Olmos tenía un grupo igual pero de los “temibles” de la 24, encabezados por “El Caballo”. Y todavía más, Riquelme y su pandilla nos amenaza con recluirnos en las frías celdas de la cárcel si no pagamos impuesto predial y servicio de agua potable. El Departamento de Vialidad (ahora, pomposamente le llaman de movilidad urbana) y los Tribunales Municipales revientan de corrupción y pus.

Pero claro, como en todas las cosas, existe siempre luz y sombras. En algo deben tener buenas calificaciones nuestros “gobernantes” municipales. En hacer negocios a la sombra del poder ¡obtienen un 11 de calificación!: el contrato para renovar el alumbrado público, a un costo de 1,300 millones de pesos, cuestionado severamente por empresarios del ramo y organizaciones de la sociedad civil, que aseguran que el costo real de dicha obra es de 700 millones de pesos pero se eleva a 1,300 para cubrir el mantenimiento de dicha obra hasta que se termine de pagar el préstamo. La licitación fue ganada por la empresa Construlita en situación no muy clara que dejó entrever algo turbio. Miguel Ángel Riquelme jamás tomó en cuenta a esos reclamos sociales pero tampoco clarificó el caso. ¿No es este asunto motivo para suponer, ante la opacidad, un jugoso, jugosísimo “negocio” para algunos funcionarios municipales? El caso del donativo en efectivo al Santos Laguna es un caso similar. En este tipo de “negocios” sucios, nuestros políticos municipales, desde ahora, les auguramos una calificación de 11. Salieron más ladrones que los anteriores. O sea que estábamos mejor cuando estábamos peor.

Lo más grave de Miguel Ángel Riquelme es que es un autoritario. Nunca escucha siquiera a las voces disidentes; jamás acepta una crítica. Considera que sus órdenes son divinas y no duda en reprimir a quienes no piensan como él. La sociedad civil le vale madre.

Desde esta óptica, consideramos que nuestro municipio está en manos de funcionarios ineficientes y corruptos que, alentados por la impunidad que el gobernador Rubén Moreira brinda a todo aquel que le sirve lacayunamente esperan enriquecerse rabiosamente a la sombra del poder municipal, como lo hicieron quienes los antecedieron. La gravedad de las acusaciones de ineficiencias y corruptos alcanza no solamente al alcalde sino también a regidores y síndicos sino también a jefes de departamentos. Desafortunadamente ya no está El Chapulín Colorado para salvarnos. Y, por favor, que no me replique Riquelme que el que acusa tiene la obligación de probar. Lo haré con gusto si me permite acceder a toda la documentación del Ayuntamiento.

Como consecuencia, determiné que no voy a pagar impuestos municipales porque no quiero que ese dinero vaya a parar a manos del equipo de futbol Santos Laguna, que son riquísimos pues el equipo tiene un valor de 4.6 millones de dólares o a los bolsillos de pillos metidos a funcionarios municipales..

SACAPUNTAS

“No obstante que la deuda ha crecido, la inversión pública no lo ha hecho, lo que significa que los recursos municipales crecientes han financiado en su mayoría la carga burocrática y no la inversión productiva” informe de la ASE sobre deudas municipales en Coahuila (Vanguardia 17/12(2014). ¿Así o más claro? Lo dicho, nos está robando esta caterva de políticos que nos gobiernan.

manuelpadillaperiodista@hotmail.com

 

 
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