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el periodico de saltillo
Diciembre 2015
Edición No. 322



La belleza está en los ojos del que mira.

Salomón Atiyhe Estrada.

Sin duda alguna, los ojos son la ventana del alma. Hay ojos que brillan cuando se entrelazan con la luz del sol; ojos que inspiran alegría, amor, felicidad; ojos como el pesar, meditabundos, melancólicos o llenos de tristeza. Los hay de todos colores: verdes, negros, café, violetas como los de Liz Taylor…Ojos que no escapan a los cantos de los poetas y payadores. Tantos poemas los hay como los que contiene la compilación realizada por Juan Ramón Ruelas Tejada, mi primo que vive en el Distrito Federal. Incluye uno del maestro lagunero José Santos Valdés: “Ojos de mirar sereno/ y divino resplandor/ y su espíritu está lleno/ de inocencia/ y de candor. ¿Por qué entonces que peno/ a solas con mi dolor?/ ¡Ojos de mirar Ingenuo!

Antonio Machado, enorme poeta contemporáneo nos dice en sus versos: Los ojos porque suspiras/ sábelo bien, / los ojos en que te miras/ son ojos porque te ven.

Quizá los versos más conocidos relacionados con los ojos son los del madrigal de Gutierre de Cetina, incluido en casi todos los libros de texto de español en la secundaria: Ojos claros, serenos/ si de un solo mirar sois alabados/ ¿por qué, si me miráis, miráis airados?/ Si cuanto más piadosos, / más bellos parecéis a aquel que os mira. / No me miréis con ira, / porque no parezcáis menos hermosos. / ¡Ay tormentos rabiosos! / Ojos claros, serenos/ ya que así me miráis, miradme al menos.

Octavio Paz también cantó a los ojos en varias de sus obras, veamos un fragmento de ‘Piedra del sol’: …Vestida del color de mis deseos/ como mi pensamiento vas desnuda, / voy por tus ojos como por el agua, / los tigres beben sueño en esos ojos, / el colibrí se quema con esas llamas, / voy por tu frente como por la luna, / como la nube por su pensamiento, / voy por tu vientre como por tus sueños…

Agustín Lara, el flaco de oro, le cantó a los ojos de su amada María Félix, ‘la doña’, en su poema “ojos verde mar”: Quisiera de tus manos la caricia, / quisiera que tus labios me besaran/ y que tus dulces ojos me miraran, / con su tenue mirar encantador. Quisiera los divinos resplandores, / de tus hermosos ojos verde mar, / que así, con el calor de tus pupilas, / mi amor, mi único amor, florecerá.

León Felipe, el poeta español, exiliado en México y que estuvo en Torreón, el poeta del llanto tiene un poema (cómo han de ser tus ojos) muy bello: Mujer… no tendré un beso de niño para ti, / ni de viejo, ni de sátiro…/ cuando vengas no besaré tus mejillas/ ni tu frente, ni tus labios. Pondré mi boca en los pliegues/ recogidos de tus párpados/ y beberé el agua clara/ que suba a tus ojos claros. Trae unos ojos azules, mujer, / trae unos ojos azules, / de un azul tranquilo y claro/ que tengo sed… Sed de peregrino cansado/ de muchas jornadas duras/ por caminos solitarios/ y quiero llevar mis labios/ al agua clara y tranquila/ de un remanso/ que refleje/ un cielo tranquilo y claro.

El poeta Ramón de Campoamor en su poema ‘A unos ojos’ lanza un reclamo: Más dulces habéis de ser, / si me volvéis a mirar, / porque es malicia, a mi ver, / siendo fuente de placer, / causarme tanto pesar. De seso me tiene ajeno/ el que en suerte tan cruel/ sea ese mirar sereno/ sólo para mi veneno, / siendo para otros miel. Si crueles os mostráis, / porque no queréis que os quiera, / fieros por demás estáis; / pues si amándolos, me matáis, / si no os amara muriera…

‘Ojitos traidores’, de seguro han escuchado esta canción: Por unos ojitos negros, / negritos como mi suerte, / me están quitando la vida, / me van a causar la muerte. Si de día me camelan/ de noche no quieren verme/ quieres decirme serrano, / qué hace falta pa’ quererte. El día que tú me mires, / con cariño y sin desprecios, / voy a decirte serrano, / lo mucho que yo te quiero.

Los ojos hablan en su propio idioma, el bardo José Ángel Rodríguez, autor de “Mírame a los ojos” dice: ‘Mírame a los ojos/ mírame a los ojos, / ellos te dirán/ que yo te quiero, / ellos te dirán/ que yo te adoro, / pero más que eso/ te venero…

¿Recuerdan la canción ‘Hay unos ojos’?: Hay unos ojos que si me miran/ hacen que mi alma tiemble de amor/ son ojos tan primorosos/ ojos más lindos no he visto yo. Y todos dicen que no te quiero/ que no te adoro con frenesí/ y yo les digo que mienten, mienten/ que hasta la vida daría por ti. ¡Ay! Quién pudiera mirarse en ellos/ ¡ay!, quién pudiera besarlos más/ gozando siempre en sus destellos/ ojos más bellos no he visto yo.

Guty Cárdenas, es el autor de ‘Dile a tus Ojos: ‘Dile a tus ojos que no me miren, / porque al mirarme me hacen sufrir/ que no me miren porque me hieren, / diles que tengan piedad de mí. Ojos perversos de mil encantos, / ojos que hieren mirando así, / ojos que matan y me dan vida, / ¡tened clemencia, y piedad de mí!

El vate Medardo Ángel Silva escribió el bello poema “Ojos Africanos”: Ayer miré unos ojos africanos/ en una linda empleada de una tienda, / eran ojos de noche y de leyenda/ eran ojos de trágicos arcanos. Eran ojos tan negros, tan gitanos, / vagabundos y enfermos, ojos serios/ que encierran cierto encanto de misterios/ y cierta caridad con los hermanos/ y se mueren como ojos terrenales. Ayer miré unos ojos de leyenda/ en una linda empleada de una tienda/ ojos de huríes, débiles, huraños. Quiero que me devuelva la mirada/ que tiene su pupila aprisionada/ con el lazo sutil de sus pestañas.

Octavio Paz, nuestro premio Nobel de literatura, dedicó varios poemas a los ojos, este se llama ‘Tus Ojos’: Tus ojos son la patria del relámpago y de la lágrima, / silencio que habla,/ tempestades sin viento, mar sin olas,/ pájaros presos, doradas fieras adormecidas, / topacios impíos como la verdad, /otoño en un claro del bosque/ en donde la luz canta en el hombro de un árbol/ y son pájaros todas las hojas, / playa que la mañana encuentra constelada de ojos, /cesta de frutos de fuego, / mentira que alimenta,/ espejos de este mundo, puertas del más allá, / pulsación tranquila del mar a mediodía,/ absoluto que parpadea, / páramo.

Yo vendo unos ojos negros/ quién me los quiere comprar/ los vendo por hechiceros/ porque me han pagado mal. Ojos negros traicioneros/ porque me miran así/ tan alegres para otros/ y tan tristes para mí. Más te quisiera/ más te amo yo/ y todas las noches la paso/ suspirando por tu amor.

Esta canción y las demás que hablan de los ojos, españoles, negros, verdes, tristes, y demás estados de ánimo las encuentran en el Cancionero Mexicano. Mi primo, Juan Ramón Ruelas Tejada, realizó la clasificación y selección caprichosa, con muy buen gusto, de 69 autores, otros tantos anónimos en su libro de 106 poemas y canciones que nos hablan de los ojos.

 
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