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el periodico de saltillo
Agosto 2015
Edición No. 318


55 millones de mexicanos en la pobreza

Luis Fernando Hernández González.

La política es algo más que la lucha electoral entre partidos, al ser del orden jurídico, económico, sociológico, histórico, cultural y filosófico al servicio de mujeres y hombres, en sí de la sociedad entera.

Sin dejar de causar sorpresa y dado el quebranto crítico en que se encuentra la política nacional que generó un conjunto de magros resultados el pasado proceso electoral del 7 de junio, en donde la motivación y estimulación a la competencia no acabaron por convencer al más alto porcentaje de electores mexicanos, de esta forma los partidos políticos, sus dirigentes y los personajes de mayor encumbramiento que cada uno de ellos tiene como militantes, se han dado a la tarea de oxigenar su presencia, al considerar y revisar sus fines, principios y programas de acción que tienen ante la ciudadanía.

Por esta importante razón cada uno de los organismos se someten profundamente a cuestionar su sentido, origen y representación, que les otorgue identidad y pertenencia ante una ciudadanía que se manifiesta ausente y ajena a los fines que encarnan, de los cuales las personas esperan compromisos y ofertas que hagan de la acción política un auténtico y formal ejercicio de transformación y cambio que brinde beneficios tangibles a una superior civilidad.

Un basta que se define como expresión de voz de los ciudadanos al darse este gesto con raquítica participación electoral en el pasado proceso eleccionario en donde tanto izquierdas como derechas además de los minoritarios de estrecha cobertura, como aquellos que necesariamente buscan las alianzas estratégicas para poder coexistir dentro del mosaico participativo de partidos, se dan cuenta claramente de las inquietudes e impaciencias prevalecientes en el sentir de los electores para buscar mayores y mejores servicios del quehacer político en todos sus niveles, situación en donde se percibe el agotamiento de escenarios populares en donde la pérdida de paciencia y valoración de circunstancias ha generando incursiones ciudadanas por la vía independentista.

Los conflictos y divisiones que sobrevienen al interior de los partidos después de esta pasada elección, los ciudadanos lo observan cuando se ventilan hechos de separación de militantes, descalificaciones, insultos y corruptelas que suceden al interior de Acción Nacional (PAN) entre calderonistas -corralistas y maderistas- y anayistas para elegir a su dirigencia y lo mismo ocurre en lo particular con las tribus que conforman el de la Revolución Democrática (PRD) marcelistas-bejaranistas en contra de los chuchistas, al ser tal su desgaste que su actual dirigencia tiene la necesidad de deponer su mandato para que en actitud conciliatoria se busque un remplazo generacional que aglutine y fortalezca su presencia competitiva en la cuadratura electoral.

Ante estos contextos el propio Revolucionario Institucional (PRI) sin el ánimo de permanecer marginal frente a una ciudadanía que intensifica su presencia y que plantea sus demandas sociales, este organismo político se presta a la renovación también de su dirigencia nacional, planteándose como premisa fundamental la unidad de su militancia al solidarizarse con el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, así como el respaldar su programa de reformas estructurales que dinamicen, muevan a la nación y den respuesta a las necesidades de apremio que plantea la gente, lo mismo del área rural que de los centros urbanos y metropolitanos.

Las respuestas de índole social con su desarrollo en la búsqueda del bienestar y calidad de vida de la población, lo mismo que aquellos aspectos concernientes al desarrollo humano y su realización cultural, productiva y plena, son parte de las concurrencias que la misma política tiene que buscar, atender y solucionar, al ser parte de las responsabilidades que la misma tiene frente a los ciudadanos que plantean una superación en sus esquemas de existencia. Éste y no otro es el reto del país, frente a 55 millones de mexicanos que manifiestan según INEGI y CONEVAL una real pobreza extrema, consideración que debemos de resolver, antes que la pobreza misma nos gane a todos la partida.

Ante tal situación de cambios y movimientos políticos, la necesidad está latente y las especulaciones en la misma no se dejan esperar, con la innovación de dirigencia en el PRI nacional, ésta se ha convertido en medios informativos, editorialistas y analistas en un tema por demás recurrente, busca reencontrar apreciaciones y diagnósticos que den respuesta a circunstancias imaginativas de interés personal o grupal, así Manlio Fabio Beltrones, representa la gran oportunidad de cohesión y liderazgo que demanda su partido y la sociedad por su gran formación, no sólo para esos intereses políticos de coyuntura y adhesión, sino también para aquellos altos porcentajes de población que buscan la claridad de las políticas públicas a su pobreza, después de la obscuridad del túnel en que se encuentran.

De esta manera se examina y se escribe sobre congruencias, lealtades, alianzas, ligas, compromisos, adeudos políticos, pesos y contrapesos de lo que puede suceder o de las construcciones y puentes para transitar en un mediano plazo, en función de un futuro que se acerca de manera inminente, dentro de los calendarios políticos electorales tanto nacionales estatales y municipales, todos desean exponer de manera escrita o de viva voz su cercanía con quien en unos días será ungido como madamás del priismo nacional; dejando de lado por completo al sentir de la sociedad y sus 55 millones de mexicanos que demandan una respuesta ante su necesidad y pobreza, olvidándose que la política es más que números electorales a favor o en contra.

 
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