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el periodico de saltillo
Abril 2015
Edición No. 314


Por una propuesta responsable y eficaz

Luis Fernando Hernández González.

México es uno de los países en que los procesos políticos de participación democrática tienen un elevado costo en la economía de la nación por la serie de gastos y prerrogativas que esto genera, así se demuestra con este ejercicio que los mexicanos estamos llevando a cabo durante este 2015 al distribuirse entre los partidos e instancias administrativas una bolsa financiera que supera los 37 mil millones de pesos, según el especialista electoral Jorge Alcocer al hacer el cálculo aproximado de cuánto va a gastar el Instituto Nacional Electoral, los institutos locales, el Tribunal Electoral y los tribunales locales.

Agregue usted a los 37 mil millones de pe- sos, las dietas o salarios tanto de diputados como de senadores, así como también los gastos de todas las comisiones que realizan 500 diputados y 128 senadores, convirtiéndose esto en un gasto millona- rio que solventan todos los contribuyentes del país.

Mencionar lo anterior significa que los ciudadanos debemos buscar en nuestra propia madurez aquellos elementos que coadyuven a una calidad propicia con certidumbre, cuyo resultado sea una agenda de las cuestiones que demanda la población y el país, aunado a plataformas serias, responsables y concretas que tengan objetividad y medición en sus resulta- dos, en donde cobre sentido el profesio- nalismo que debe de poseer la política para que los ciudadanos confíen en ella.

De ahí por qué, las propuestas de algunos los partidos políticos que escuchamos distan mucho de los deseos de los ciudadanos, estos sólo se abocan a la distorsión misma de los propósitos y fines que busca la política que están en la cohesión, el entendimiento y los objetivos de mayor calidad que ofrezcan un mejor bienestar a todos los ciudadanos.

Prevalece en estos días median- te las distintas pautas y eslogan publicitarios la oferta que invita al desahogo, el enfado y la descalificación no sólo del adversario, sino además el descrédito en la cual supuestamente se encuentra inmersa la sociedad mexicana, exhibiendo una imagen enajenante de descomposición y deterioro en principios y valores.

Por consecuencia de todo ello, es notorio su discurso y declaración a bote pronto demostrando su raquitismo mental e interés muy particular al irse a la ofensa, a la calumnia y la injuria, que en conjunto todo ello abona al desprecio y a la desconfianza entre partidos, autoridades y actividades de orden gubernamental y público, generando como consecuencia la apatía en la base social, y mire usted cayendo hoy en día a la descalificación anónima y sin rostro que generan las redes sociales a través de la comunicación electrónica o internet, en donde quienes participan lo hacen de manera soez y de poca contribución en el planteamiento de ideas y criterios que eleven el entendimiento de la misma sociedad.

Por tal razón cabe preguntar: ¿para hacerla públicamente en donde radican las fortalezas de éstas y todas las organizaciones políticas y sociales?, que se dicen representar a los segmentos poblacionales para hacer de su ejercicio la exposición de ideas y compromisos que eleven las condiciones de superación para una mejor sociedad y por consecuencia de ello la edificación de un país con mayores horizontes de certidumbre en su prosperidad.

Las estadísticas del INEGI nos puntualizan cada uno de los indicadores de debilidad, potencia y fortaleza que posee en su condición la sociedad mexicana, de ello podemos partir para que las propuestas se sustenten en objetivos por alcanzar a un corto, mediano y largo plazo, en donde los partidos y candidatos oferten su estrategia para el escalamiento de superar adversidades y crear de igual forma las condiciones que permitan alcanzar una calidad de vida de mayor plenitud para todos quienes aquí habitamos.

¿Qué quiere el ciudadano? Todos desea- mos mejor certidumbre de vida, mayor seguridad, más y mejores oportunidades de realización, conjuntamente con el abatimiento a los rezagos de salud, alimentación, educación, vivienda, servicios urbanos y la posibilidad de realización, situaciones que reflejen el cambio y la construcción de un México moderno del siglo XXI

Es entonces mediante nuestra participación democrática la única forma de adquirir conciencia sobre las condiciones y circunstancias que nos rodean, mismas sobre las cuales los ciudadanos deben de centrar su atención, porque al final, son a la vez las dificultades e inconvenientes que le corresponden resolver a la misma sociedad.

Consolidar los principios de participación conlleva necesariamente a la madurez cívica de un pueblo que se organiza, elige y se responsabiliza de cada uno de sus actos tanto en la vida privada, como en la vida social.

Sólo mediante la participación es la forma que se pueden resolver los más graves problemas que nos corresponden como sociedad en donde más de 53 millones de mexicanos esperan una respuesta que les dé certidumbre a su vida.

Los ciudadanos cuestionan y juzgan el proceder de los partidos políticos y candidatos, que con sus propuestas no dan crédito más que a sus propios intereses, se conjugan al unirse en sus desplantes e insolencias, sobre todo usted los ve en aquellos mesiánicos que se envuelven en vestiduras sagradas y se consideran hombres poseedores de la fe y la esperanza para encabezar a un pueblo, practicando un juego de todo o nada y así realizar una tácita alianza con los conservadores dogmáticos y pestilentes a incienso que en este país se considera una casta en opulencia frente al México de la necesidad y escasez que con angustia construye su proyecto ordinariamente.

¿El costo financiero de esta política es alto en el país y usted cree que algunos partidos merezcan estas prerrogativas con los resultados para el bienestar de la población hasta hoy alcanzados?

 

 

 

 
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