El poder de la política condición para que avance el pueblo, no que retroceda

Luis Fernando Hernández González.

El proceso electoral que se avecina en Coahuila para este mes de julio de 2014, reviste algunas características tanto internas como externas que es necesario puntualizar para entender el proceso en su conjunto y así diagnosticar sus posibles resultados, en donde cada uno de los actores políticos como los mismos partidos que en la contienda participarán, juegan un papel determinante frente a sus adversarios, en las derivaciones de trabajo que se obtengan en todo ello, de esta forma las fuerzas de la política se pertrechan y velan las mejores armas para ejecutar un marcaje palmo a palmo en territorio y opinión pública que les haga obtener posibles resultados en el marketing electoral y de esta forma imponerse sobre sus adversarios en la contienda procesal.

La lucha por el Congreso del estado y cada uno de sus escaños que son las curules distritales está a la vista, los partidos han hecho sus auscultaciones, consultas y precampañas, apreciando estos formatos han sacado a sus mejores hombres y mujeres sin perder de vista la equidad de género que los propios ordenamientos electorales observan para dar sentido participativo tanto a hombres como a mujeres en igualdad de circunstancias y responsabilidades en el quehacer político electoral.

Y decimos lo anterior porque algunas de estas organizaciones están obligadas por mandato de ley a presentar igual número de hombres y de mujeres para buscar los 16 distritos uninominales que configuran el mapeo electoral del estado, en donde unos partidos tendrán que reconfigurar sus listados de contendientes para dar acceso a la participación femenil y otros necesariamente postular a igual número de personas de ambos sexos para conservar su registro ante el órgano electoral que observa su puntual cumplimiento de equidad participativa.

Comento a ustedes lo anterior cuando vemos que los miembros y simpatizantes del PAN transitan ahora por desajustes, tanto ideológicos como organizacionales, después de haber perdido la Presidencia de la República al acabar con el sentido verticalista y autoritario que sobre este partido ejercía Felipe Calderón Hinojosa, desde la misma Presidencia del país, se alejan de su conservadurismo y de los buenos propósitos que les inculca el catecismo dogmático en sus acciones y prácticas que envuelven en moralina, entrando sus cuadros a una dinámica de descalificación dentro de la contienda interna por la presidencia del partido, en donde las acusaciones, oprobios y corruptelas no se han dejado esperar, exhibiendo lo cosmético unos y otros de su doble escrúpulo.

Así en Coahuila los alcaldes de este partido han resultado un fiasco para sus militantes y simpatizantes ya no se diga para la ciudadanía en general que esperaba de cada uno de ellos resultados y trabajo contundente que marcara una nueva época en su proceder comunitario y ya ve usted en Saltillo, Isidro López Villarreal, no sale de un problema cuando ya está inmerso en otro, en donde un sujeto afín a su familia deseaba manejar la nómina municipal; en donde una cuñada del propio alcalde es exhibida en medios de comunicación social tanto local como nacional por el excesivo sueldo que percibe como empleada municipal comparado al de los mimosos ministros de la Suprema Corte de la Nación en el Poder Judicial; en donde familiares, amigos y dirigentes del propio partido se dan vuelo en las nóminas municipales, en las que el propio ciudadano saltillense ya identifica como la familia feliz del PAN. Y que sucede con Gerardo García en Monclova y el propio Lenin Pérez en Sabinas, en donde los ciudadanos de esos municipios están bajo un grave desaliento por los consecuencias de los primeros 100 días exhibidos, en donde para sus comunidades no se ve rumbo y ni dirección de sus tareas y gobierno municipal.

Los del sol amarillo PRD repletos de ideología, reconfiguran sus esquemas de participación de una izquierda asonante, rebelde, deliberativa y contestataria, a una procesal y responsable que impulse contextos y esquemas concertados de donde surjan resultados estratégicos en bien de la población y del país, éstos ahora están ocupados también en su lucha por la dirigencia nacional de su partido entre corrientes y tribus internas, en cuya apreciación están los antigobiernistas, anarquistas y colaboracionistas, en donde cada una de ellas busca bajo su específica estrategia una lucha política frontal, unos contra el gobierno federal y otros alinean en su madurez alternativas que brinden confianza a ciudadanos y militantes, superando diseños de participación violenta y arbitraria que desestabiliza y genera caos anárquico que no obtiene resultados electorales. La lucha entre Chuchos, Bejaranos, Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas, está en otras dimensiones nacionales que en el proceso Coahuila para nada marcara la presencia de este importante partido nacional.

La UDC, con su ideología de centro Izquierda, social demócrata como se denominan ellos, buscarán preservar su franquicia política luchando de manera directa, situación bajo la cual propician a ser realmente una tercera fuerza en el estado, al busca reencontrar su fuerza y presencia propia dentro del espectro electoral coahuilense, para así convertirse en una responsable opción electoral para la gente que cree en ellos, fuerza partidaria que cuenta con militantes y simpatizantes en varios municipios buscando obtener sus resultados numéricos para no caer a una alianza vergonzante que el mismo Evaristo Pérez Arreola, hombre con formación de izquierda, haría lo imposible por llegar a este fin con la derecha conservadora.

Los partidos políticos de reciente creación en alianza estratégica, seguramente con el fin de ganar experiencia electoral y conservar su registro para posteriores contiendas jugarán su pericia con aquella organización partidaria que les garantice el salvaguardar su reconocimiento como partido político estatal, en donde PSD, PPC, PJ, PANAL, PV, PCP, PRC, PC, no tienen otra alternativa fuera de una coalición electoral para continuar vigentes y constituirse en elementos de la balanza política de Coahuila.

Antes de su presencia y participación electoral cada una de las organizaciones y partidos políticos deberán de no perder de vista el contenido del artículo 145 del propio Código electoral vigente, que señala que para el registro de candidaturas a todo cargo de elección popular, el partido político postulante deberá presentar y obtener el registro de la plataforma electoral que sus candidatos sostendrán a lo largo de las campañas políticas.

Y de igual forma la plataforma electoral deberá presentarse para su registro ante el Consejo General, a más tardar quince días antes del inicio del registro de candidatos. Del registro se expedirá constancia.

Como partidos políticos de compromiso con la sociedad, cada organización está obligada a plantearse alternativas que den respuesta a las demandas más sentidas de la población que buscamos representar, es de esta manera como cada una de las organizaciones partidarias se plantea la respuesta a las causas sociales y con la búsqueda integral de su atención, ello representa una alternativa responsable y seria de servicio a los problemas que desea ver resueltos la misma comunidad, en sus variados ordenamientos tanto en el contexto económico, como en el social, en el político, como también en lo cultural, de ahí el por qué se convoca a este tipo de foros de consulta, para que la militancia y la ciudadanía en general se expresen libremente sobre aquellos contenidos que le son inherentes al desarrollo armónico, que es en sí, la búsqueda de un mayor y mejor bienestar, y por supuesto en un superior contenido en la calidad de vida de toda la sociedad.

Serán los abanderados de cada uno de los partidos los que convertidos en candidatos, serán los mismos que el día de mañana recorrerán los barrios, comunidades y colonias a lo largo y ancho de nuestra entidad, conforme a la circunscripción distrital que les corresponda, llevando el mensaje de unidad y de trabajo, así como una plataforma política y un compromiso sobre políticas públicas bajo el cual nos identificamos los coahuilenses para atender cada una de nuestras demandas que tienen un sentido social y popular, para así hacer de nuestra sociedad una fuerza social integradora en nuestra entidad.

Porque cabe reconocerse que a nuestra colectividad pasada y presente no se le ha dado nada producto de la eventualidad, porque a la misma sociedad cabe puntualizarlo cada uno de sus elementos de superación los ha cimentado en el esfuerzo y en el trabajo tanto de sus hombres como de sus mujeres, que han dado todo lo mejor de su empeño porque Coahuila sea una entidad pujante, progresista y moderna.

La conjunción de esfuerzos entre Poderes del Estado, conjuntamente con la unidad social de toda la entidad, permitirá que Coahuila avance ante sus retos y circunstancias en este tiempo que no admite de dilaciones. Éste y no otro es el compromiso de partidos políticos y actores de la vida social coahuilense.

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