publicación Online
 

 

 

 

el periodico de saltillo
Mayo 2014, No. 303


Acebuches II


Rufino Rodríguez Garza.

En la nota del mes de mayo hablamos de Acebuches en el municipio de Ocampo y de las pinturas que se localizan en la sierra el Pino, en La Tinaja del Indio. Desconozco el origen de este último nombre, pero supongo que se debe a las pinturas.

En el año de 1996, este apartado lugar fue visitado por el estudioso de las cuevas (espeleólogo) Terry Sayther. Sayther no sólo visitó Acebuches sino también otros sitios de Coahuila, localizados en las serranías del Burro, La Linda, El Consuelo, San Antonio de los Álamos, San Vicente y otros. Buscando cuevas que explorar se topó con lugares con pinturas y los documentó y además publicó en revistas especializadas en el tema del arte rupestre en Estados Unidos.

En el Journal of Big Bend Studies 1997, publicó sobre este sitio de Acebuches y Cueva del Águila. Sayther será el primero en acercarse a estas pinturas y darlas a conocer sin ser arqueólogo, se da el tiempo para tomar notas y documentar este excelente paraje con pinturas. Dieciocho años después llegamos al lugar el fotógrafo Miguel Ángel Reyna y yo y observamos que ha habido deterioro desde aquel año 1996 a la fecha. Algunos de los esporádicos visitantes quizás fueron cazadores y aparte de poner sus nombre y el año, más de uno tomó las pinturas como tiro al blanco.

A pesar de lo disparejo de la pared que se utilizó para pintar los motivos, se observan desde una considerable distancia, sobre todo al acercarse al fondo de la cañada. Uno de los motivos más llamativos es la carreta. Bueno una de las carretas pues resulta que son dos. El doctor Alberto Galindo, cronista del municipio de Zaragoza, mencionó que estos muebles eran utilizados para transporte y me indicó que se trataba de carruajes antecesores de las diligencias norteamericanas, copiados de los carruajes europeos que eran utilizados para transporte para cuatro pasajeros. Me indicó que se utilizaban tiros de dos o cuatro caballos dependiendo de la distancia del viaje.

Este sitio aparece mencionado en el libro de la doctora Solveig Turpin, “El Arte Indígena de Coahuila”, pero sólo aprovecha el material fotográfico y las notas de Terry Sayther. Son trece metros lineales donde se agrupan las pinturas con tres excepciones, todas fueron hechas con el color rojo, sólo tres motivos uno en negro o combinado de rojo y negro. Destaca aparte de las carretas, un jefe indio con un largo tocado de plumas y con un fusil en alto. Las carretas, el jefe indio y muchos de los motivos pintados, aparte de grafiteados fueron usados en tiro al blanco, el maltrato es evidente.

En el apunte sobre Acebuches, en el libro de la doctora Turpin, se menciona que tanto el guerrero a caballo y otra escena donde un personaje lleva un arma. En dicho libro se dice rifle y de acuerdo a especialistas se trata de fusiles pues éstos no tiene un rayado en el cañón y los rifles si los tienen. Como las escenas son del siglo XVIII evidentemente se trataría de fusiles. También menciona “dos impresiones de manos” y observando bien pasan de seis y una de ellas de más de 30 centímetros.

Aparte del jefe indio se aprecian dos jinetes más, uno de ellos con algo en la mano derecha, la izquierda está tomando las riendas, que bien puede tratarse también de un fusil; el tercer jinete muy desproporcionado para el tamaño del caballo, se observa parte de la montura, la cabeza de la silla. El caballo está muy detallado y bien proporcionado. En relación a las carretas se ven sendos caballos tirando de ellas, la primera y la más colorida sin vandalismo, podemos observar sus ruedas de 8 rayos y el caballo con sus riendas en posición de movimiento; en la parte inferior de la carreta la impresión de una mano en positivo, como todas las demás.

Esta carretera es cerrada su toldo forma un cuadro que cuenta con dos líneas en diagonal, paralelas con ocho divisiones; también se le aprecian en la parte inferior del toldo cuatro triángulos casi del mismo tamaño. En la otra carreta no hay líneas en diagonal sino una franja a lo largo del toldo, en la parte superior. En la parte baja, al igual que en la primera carreta, tiene triángulos aunque sólo dos. Las ruedas tienen menos rayas que la primera carreta. La trasera se le ve un solo rayo y a la delantera seis. El animal de tiro, quizá un caballo, está sumamente estilizado, el lomo se continúa con el tirón de la carreta, las cuatro patas y algo que indica la cabeza de animal.

El solo hecho de ir y venir a este sitio de Acebuches nos llevó a realizar un recorrido de más de 1,280 kilómetros, saliendo de la ciudad. de Saltillo, Múzquiz, San Miguel en Ocampo y de allí 55 kilómetros hacia el Sur se llega al mencionado ejido. Otros animales pintados son un berrendo (Antilocapra americana), un búfalo (Bison Bison), venados, osos, pumas y caballos. El bisonte está bastante bien detallado a diferencia de otros que se encuentran en El Caído (El Consuelo), donde sólo por la cornamenta nos damos cuenta que se trata de búfalos.

Por los peinados de las damas allí representadas nos enteramos que se trata de nativas de las tribus de los Hopis, sin embargo, el solo peinado de “flor de calabaza” o “anémonas” no nos indica que solo se trate de esos indios de las praderas de U.S.A., sino que bien pudieron ser Apaches, Comanches o Lipanes. Otro de los motivos que pudiera tener implicaciones cristianas es una la figura radiada, con un rostro y cruces que nos recuerdan la virgen de Guadalupe. Otro claro motivo de los indios de las praderas es el de los “TEEPES” o casas donde se usaban palos y luego eran cubiertas con pieles, aquí dibujaron dos. En la parte inferior del “mural” se observa una línea ondulada que bien pudiera tratarse de veneración a las serpientes, esta línea tiene seis metros.

También es importante destacar que entre los grafitis que se marcaron encima de las pinturas podemos encontrar un fierro de herrar, nombres, lugares como la de Manuel Carrillo, 23 de diciembre de 1950, Múzquiz, Coahuila, Topo Chico de Monterrey, Nuevo León, fechas que van desde 1806, 1887, 1892, y otra de principios del siglo XX: 1909, 1913, 1941, 1950 y otras.

Por último queremos agradecer a don Manuel García Limón, comisariado de Acebuches y nuestro guía, a sus familiares que nos rentaron los caballos, al cronista de Ocampo, Luis Ramiro Saldaña, por las indicaciones y sus relaciones con las gentes de San Miguel y del ejido Jaboncillos.

Galería Acebuches II
 
 
ver galería en nueva ventana


rufino.rupestre@gmail.com
Facebook: Rufino Rodríguez Garza.
www.coahuilarupestre.com

 
© 2014 El Periódico de Saltillo contacto@elperiodicodesaltillo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino