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el periodico de saltillo
Junio 2014, No. 304


La cuenca lechera de La Laguna en grave riesgo por el arsénico

Los hombres argumentan, la naturaleza opera.
Voltaire.


Jesús M. Moreno Mejía.

El hombre siempre ha sido vencido por la ambición, la necedad, el egoísmo, pero la naturaleza opera según las circunstancias propias de ella o del hombre, y como se han sobreexplotado los mantos acuíferos en la Región Laguna, se están pagando las consecuencias.

En el reciente Congreso de Investigadores CIESLAG 2014, el Ing. Hugo Alejandro Adame Buendía, de la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT), afirmó que según estudios recientes llevados a cabo en la Comarca Lagunera se ha detectado la presencia de arsénico en muestras de leche destinada al consumo humano.

Aclaró que el metaloide aparece en las muestras de leche investigada en pequeñas cantidades (0.3 de microgramos por litro), pero el problema es que el arsénico en el agua y en los suelos de cultivo va en aumento, y por tal motivo debe prevenir dicho incremento pues de no atacarse el problema de raíz, la cuenca lechera colapsaría en no mucho tiempo.

A la advertencia de Adame Buendía vino el desmentido del Ing. Mario Valdés Berlanga, presidente del Consejo Regional Agropecuario, asegurando que no existe un estudio previo que sustente lo afirmado por el investigador de la UTT, Adame Buendía.

Sin embargo, Guillermo Córdova Ruiz, jefe de Producción Agrícola y Animal de la Facultad de Agricultura y Zootecnia de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), y Cristo Omar Puentes Valenzuela, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas, avalaron lo afirmado por el investigador de la UTT, en base a sus propias investigaciones en muestras de leche y tierras de cultivo de forraje.

Otros dos investigadores, Mario García Carrillo, profesor del Dpto. de Suelos de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), Unidad Laguna, y el doctor Gonzalo García Vargas, coordinador de investigación de la Facultad de Medicina de la UJED, señalaron que es lógico que exista arsénico en la leche y que con la medición de 0.3 miligramos por litro en el producto lácteo los niños sí corren riesgo de acumular el metaloide en su organismo.

Otro investigador de la UAAAN, Rubén López Tovar, dijo que entre un 20 y un 30 por ciento del suelo lagunero destinado a la agricultura, dejo de ser productivo por los altos índices de salinidad que presentan.

Precisó que las tierras de cultivo mayormente afectadas son las que son regadas con agua de noria, pues la sobreexplotación del acuífero ha dado lugar a que el líquido venga con altos contenidos de arsénico.

El ganado estabulado y el destinado a consumo de su carne, consume grandes cantidades de agua de noria y se le alimenta con forraje cultivado por los propios ganaderos, por lo que el arsénico lo mismo está en el agua y la alfalfa o sorgo forrajero.

Se ha aclarado que el arsénico que consumen los bovinos no va en un 100% a la leche, pues el animal lo desecha de su organismo en sus diversas excreciones, pero queda un porcentaje importante en la leche y en la carne destinada a consumo humano.

La advertencia ya ha sido lanzada para que se tomen las medidas que se estimen pertinentes, pero no dejándolas exclusivamente a los productores sino también a las autoridades de la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), tanto de la Delegación Coahuila, como a nivel Federal.

Los productores de leche y carne no deben negarse a una realidad que resulta más que evidente, dejándolo todo a un mero desmentido y una queja de querer perjudicárseles, y hasta advertir que con tales revelaciones se vería afectada la región al inhibir posibles inversiones.
Debemos entender que si abusamos de los dones que nos prodiga la naturaleza, ésta nos cobra cara la factura.

La Comarca Lagunera tuvo sus épocas de bonanza, pero se abusó de la extracción del agua (aparte de desaparecer el agua rodada de los ríos Nazas y Aguanaval, por los que eventualmente corren las avenidas de uno y otro, pero no con la libertad propia que les dio la naturaleza), abatiendo los mantos freáticos y por consiguiente haciendo aparecer sales minerales, entre ellas el arsénico.

Es válida la advertencia de Voltaire: “Los hombres argumentan (sus sinrazones); la naturaleza opera (las consecuencias del desequilibrio que le ha ocasionado el hombre)”.

Sobre aviso, no hay engaño. No somos científicos para sugerir, pero algo se tiene que hacer a la mayor brevedad posible.
¡Hasta la próxima!

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