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el periodico de saltillo
Edición No. 299, enero 2014


La renuncia de Rubén Moreira... ¡Y la de Enrique!

Arnulfo Favila Izaguirre.

enrique martinez y ruben moreira

 

-Que ya se va Rubén-, que en enero… Que nomás que se cumplan dos años; que sigue muy enfermo. Que lo de la hernia no es cierto, que le volvió el cáncer y con enjundia. Que ya lo dijo Osorio…

Cualquiera de estas y algunas otras aún más inverosímiles seguramente las habrá Usted escuchado en voz de algún detractor del gobernador coahuilense. Detractor de sombra, claro, de por debajo, de no digas quien lo dijo -que no son pocos-, y que es la clase de censor que habita estas tierras.

El que “disimuladamente” gira su cuello hacia ambos lados, para luego inclinarse y llamar con un movimiento de manos a los que escuchan y encorvado sobre la mesa lo suelta: -Estuve en México, en Gobernación dicen que se va en enero-… y continúa -no sin antes volver a hacer la pantomima de complicidad-: Que viene uno de Enrique, seguramente Javier Guerrero; termina el comentario y se incorpora con garbo para levantar la copa y brindar por el fatal destino al que su boca ha condenado al hermano mayor, pero segundo en el gobierno de Los Moreira.

Emilio Larrosa, Juan Osorio y Karla Estrada envidiarían las historias que se tejen a saliva de vividores por estos lares.

Para desgracia de estos analistas, y de sus ansias, existen nulas posibilidades de que el Presidente de México pudiera estar pensando en un Coahuila sin Moreira. Para remover un gobernador el Presidente necesita una sola cosa: Un Motivo. ¿Cuál pudiera ser la razón por la que Peña Nieto quisiera que Rubén abandone el encargo?

El señor Moreira lleva dos años gobernando sin dinero, aumentando impuestos, cubriendo las espaldas y cerrando los cajones de donde salió gran parte del dinero que se gastó para llevar a Peña a Los Pinos; para ello, ha incumplido promesas de campaña, ha apechugado las críticas y sobrevive en su impopularidad.

Se mantiene alejado de los empresarios, y aun así los tiene amordazados, sometidos y dóciles. No existe entre los hombres de negocios una voz discordante en el coro de “Sobre Las Olas” que entonan nadando de muertito en estos veinticuatro meses de irla llevando.

El pueblo calla, la prensa obedece, el coahuilense paga tributo alto y no pregunta por el pasado. El gabinete, mitad compromisos estériles y mitad tapaderas oficiales, navega quieto ejerciendo lo poco que hay y administra crisis, eso sí, calladitos y cooperando. La corrupción sigue respirando, aunque no aquellas hondonadas a todo pulmón, pero vive.
El Secretario de Gobierno protege y paga a las viudas de Torres Charles, el gobernador lo señala como el cómplice del crimen que azotó al estado y no pasa nada.

Como si Rubén dijera: Coahuila, nada te debo, Coahuila estamos En Paz

La oposición, encarnada principalmente por Acción Nacional avanza en democracia y pierde en energía; dispersa, al garete, sin liderazgo real, apantallada y apantallando con triunfos casuales que provinieron del hartazgo y no de la propuesta, se enfila a la implosión acostumbrada de los azules cuando hay un chile que repartir…

Mientras tanto, el alcalde de la capital, el que simbolizó una clase diferente, la opción de cambio, la lanza que asestó Saltillo en contra del sistema, del PRI, del diablo, de la deuda, de Moreira, de Villarreal, de Chaires, de Jorge Torres y cuyo alarido se escuchó en todo el estado, hoy sucumbe; en 6 meses no pudo elegir un jefe de policía, no pudo elaborar un plan de 100 días bueno ni de 5-, y hoy subyugado come de la mano de Rubén Moreira.

¿Qué se va Rubén? Se irá el día de la Chingada como a las seis de la tarde. Ya quisiera Peña treinta y uno de esos

En contraparte, y para los que candidatean a “Uno de Enrique” les dejo el siguiente enlace para que aprecien la participación del Secretario de Agricultura en el aniversario 99 de la promulgación de la ley agraria http://youtu.be/WjzAPTJsXdc

En la reproducción del evento, podrán dar cuenta de cómo fue ninguneado el Secretario Martínez, sentado a dos lugares del Presidente, que estuvo flanqueado por el Secretario de Desarrollo Agrario, Jorge Carlos Ramírez Marín y el líder de la Confederación Nacional Campesina. No importó a la Presidencia que 99 años antes un coahuilense hubiese promulgado el ordenamiento campirano; no quiso el Presidente que Martínez usara la palabra, aunque haya hecho importantes anuncios para la SAGARPA.

-Para que lo comenten como les gusta… en voz baja-

P.D. ¡Qué gabinete y qué colaboradores tan patriotas tuvo Humberto Moreira; infringen leyes de los Estados Unidos; de México y de Coahuila, ninguna!...¡El mexicanísimo Jorge Juan!, así debe ser, que se chinguen los gringos.

favila6am@gmail.com & favila6am@hotmail.com

 

 
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