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el periodico de saltillo
Edición No. 299, enero 2014


Las intervenciones de EEUU en México

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Volemos nuestra mente a través de la historia de las intervenciones de EEUU en nuestro país
*Estados Unidos nació, al parecer, para ser Imperio, y México y los mexicanos, para ser de ellos su servidumbre.

 

Francisco Pineda revela en su libro publicado por Era-Conaculta, que la intervención de EEUU en la revolución, provocó el término de la División del Norte, la muerte de Pancho Villa, el fin y la disolución del ejército de Emiliano Zapata, y su muerte. La novedad fuese que Estados Unidos no interviniera en México para todo lo malo que nos acontece. Su primera intervención fue para comprarnos Texas, no se la vendimos y nos la arrebataron; una más fue el robo flagrante de California, Nuevo México, Arizona y mucho más; otra anterior tuvo que ver con la llegada de Javier Mina a México, para lograr la independencia de España; posteriormente lo hizo con el gobierno de Benito Juárez para sacudirnos el imperio de Maximiliano y hacernos presas de ellos; luego con Porfirio Díaz, vino la mafia, las petroleras, y todo tipo de empresas en suelo mexicano.

Don Porfirio coqueteó con países europeos, sobre todo con Francia, Italia y Alemania, por su afán europizante; intervinieron a favor de Madero para sacudírselo y lo lograron, difamaron a Madero y lo sacaron del juego, vía el mariguano Huerta, para asesinarlo; luego Huerta murió en EEUU; poco tiempo después, en contubernio con Venustiano Carranza, acabaron con Villa y con Zapata. Los negocios de EEUU en México fueron creciendo exponencialmente hasta que volvieron a intervenir en nuestra política, no reconociendo a Álvaro Obregón durante 3 años, hasta que le torcieron un brazo, el único que le quedaba, para que firmase el Tratado de Bucareli.

Sus negocios en nuestro país crecieron de nuevo, y en 1938, el 18 de marzo, se toparon con Lázaro Cárdenas, debido a los abusos de las petroleras que se negaban a pagar las indemnizaciones a los trabajadores, la suma de 26 millones de pesos producto de su trabajo, y amparado este derecho en nuestras leyes; los representantes de las petroleras se burlaron de Cárdenas, el que les pidió encarecidamente que pagasen esa deuda a sus trabajadores, y que todo seguiría como antes; se negaron de nuevo de manera burlona y altanera, bajo el amparo de su gobierno; Cárdenas nacionalizó el petróleo. Voces en EEUU pidieron la intervención militar y por equis razones prefirieron dejar correr las cosas, por supuesto, porque así en ese momento les convenía.

Sus negocios en México siguieron creciendo más y más, y no fue sino hasta con el gobierno de Díaz Ordaz que pretextando el comunismo, lo orillaron a cometer el genocidio de 1968. Con Echeverría tuvieron un sinnúmero de desencuentros y fue hasta con López Portillo, cuando pudieron anular el presidencialismo por medio de grupos financieros nacionales y extranjeros, logrando imponer en la Presidencia, ya con el cuento del neoliberalismo, a Miguel de la Madrid, y de ahí hasta nuestros días, la intervención estadounidense en México es absoluta; con Carlos Salinas y hasta Enrique Peña Nieto, lograron recuperar el petróleo y no sólo eso, ahora, EEUU es en absoluto, el dueño de nuestra economía. Se exportan hacia Estados Unidos, más de mil millones de dólares diarios; más del 80% de estas exportaciones, son productos fabricados por sus empresas en México.

El petróleo, el gas y la energía eléctrica, está ya en manos de los norteamericanos. Hoy EEUU es dueño de nuestra agricultura, comercio e industria, y no para ahí, nuestra política y nuestros políticos son de ellos, EEUU impones sus reglas y reforma nuestra Constitución gracias a los políticos del PAN y del PRI, los que a su vez se han adueñado de la voluntad de los legisladores, lo pudimos ver el 12 de diciembre del 2013, y días después con los legisladores de los estados, los que no son más que servidumbre de los gobernadores, y éstos lo son del ejecutivo federal.

Para nuestra desgracia, hasta el sistema judicial, desde la Suprema Corte de Justicia, hasta el juez más furris de la provincia más lejana y pobre, están a la orden del Presidente, así que de justicia no tenemos más que migajas y de representantes como los senadores y diputados, no tenemos ni uno siquiera; los legisladores se alinean con sus propios intereses y con los de sus partidos, y éstos al Presidente; el Presidente y su gabinete también se alinean, pero a los intereses de EEUU y a los designios de Washington.

Los mexicanos, me refiero a los de esta generación, poco podemos hacer para remediar los males que el intervencionismo de EEUU nos causa. Estamos solos y con nuestras circunstancias, y lo único que nos queda por hacer, creo yo, es mantener despiertas nuestras conciencias, para que generaciones posteriores nos rescaten de estos malandrines que nos han tocado como gobernantes, y así poder remendar, algún día, nuestra historia, la de México y la de los mexicanos. No hay mal que dure cien años, dice el dicho, pero este ya nos duró más de doscientos. O, ¿usted qué opina apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 
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