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el periodico de saltillo
Diciembre 2014, ed. #310


La paja en el ojo ajeno

¡¡¡Navidad, Navidad!!!


José Epifanio Salazar Chaires.

Ya, finalmente, después del Día de Reyes, de La Candelaria, del Día de San Valentín, de La Madre, del Padre, del Maestro, de los Muertos, Halloween, etc.etc., llegamos a la época navideña.

Cualquier pretexto es válido para que los mexicanos hagamos pachanga, para comer, cantar y beber. El año, realmente, se fue rápido y llegaron “diciembre y sus posadas”

Coinciden estas festividades con la entrega de ahorros, aguinaldos y otras prestaciones monetarias de las que gozan -y gozamos- muchos trabajadores.

Y qué es lo primero que pensamos cuando ya tenemos la lana en las manos, simplemente en GASTARLA. Hay qué hacer regalos a la madre, el padre, los hermanos, hermanas, cuñadas, suegros… surtir el barecito del centro de entretenimiento donde sólo hay una botella de vino tinto que no te gusta y unas cuantas “muestras” de la productora de vinos local que hace muchos años cerró sus puertas. Al cabo que los tequilas y los brandis estarán en oferta en los grandes comercios, en promociones de “paga tres y llévate tres”… buenas promociones.

Voy a comprar ese asador que me hace falta, como el de mi compadre, a poco nomás él? Creo que unas botas, un sombrero y una camisa vaquera ya me hacen falta en mi ropero. Ah, y un cinto pitiado. Este fin de año me voy a dejar crecer la barba y los bigotes para parecerme a Julián Alvarez o a cualquier otro cantante grupero. También necesito un equipo de sonido “fregoncísimo” para el carro. Ya estuve oyendo el que trae el vecino y quiero que el mío se lo apañe.

¡Qué buenas carnes asadas para reunir a mis cuates y a mis carnales! No, si hay que aprovechar el dinerito. El aguinaldo y el ahorro nomás llegan una vez al año, y ahora es cuando.

Tal vez le compre unas dos llantas al carro. Me han recomendado unas muy buenas, de marca MIGUELIN, pa’ que el perrón vuelva a ser “perrón”.

Un celular… el que traigo, el viejito, ya ni la carátula se ve. Quiero hacer una llamada y me sale una promoción de ropa sexy. Quiero un MOTORCOLA, de los más chidos… pos a poco nomás mi supervisor.

Para recibir el año, voy a comprar unas charolas de “chelas”, pa’ toda la raza que se junte en mi casa, Hay qué atenderlos como se merecen. Ese día voy a echar varios tiros al aire con mi .22, no cualquier cuetecillo buscapiés… ¡que se oiga!

¿Qué más quieres comprar con tanto dinero? Ya pensaste en los niños, en tu esposa, en los recibos vencidos, la renta, la CFE y AGSAL? Esos no perdonan… o pagas o pagas. No, para eso no está nada presupuestado. Ya se irá viendo. Al fin que siempre ha sido así.

¿Un vestido nuevo para la señora?, ¿ropa y zapatos para los niños? ¿surtir los pendientes en la alacena?... todo queda en segundo y tercer plano. Primero “estoy yo, quien se friega trabajando, y tiene derecho a disfrutar con sus amigos”.

Los chavitos no saben que no hay dinero destinado para juguetes. Todavía creen que es el SANTA CLAUS quien hace los regalos en navidad, y que son los papás los que le chismean al gordito si se portan bien o no, para merecer lo que le han pedido. De seguro en muchos hogares el personaje transnacional del atuendo rojo, no entrará por la chimenea de la casas – al fin que ya casi ninguna casa tiene chimenea -, a dejar regalos y juguetes. De seguro el papá dirá a los pequeños que “se portaron mal y por eso no vino SANTA”. La realidad es que SANTA se adelantó, pero con él. Al fin que es el que “se friega bien y bonito”.

Cuando en el hogar se tienen otras prioridades, no solamente los juguetes brillan por su ausencia. Tampoco hay ahorro para futuras contingencias de salud, o para contar con algo de dinero extra para una emergencia. El aguinaldo, el ahorro y cualquier otra entrada de dinero en esta época, siempre va a ser destinada para todo, menos para lo indispensable.

Llega enero y se acabó el dinero. A ver cómo nos va para este año… el anterior, pues … ¡ya pasó!.

Y con una frase hecha, que he escuchado toda mi vida y en ocasiones no le veo la felicidad a la navidad ni la prosperidad al año nuevo, me despido. ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO”.

Mi gran deseo es que ustedes tengan muchísima salud, que el dinero y todo lo demás vendrán después.
domingo96_am@hotmail.com




 
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