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Septiembre 2013
Edición No. 295
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Los José II



Rufino Rodríguez Garza.

Después de tres semanas regresé al sitio Los José, ahora en compañía del Ing. Flores Ventura. Quiso conocer de los hallazgos y tan pronto como nos pusimos de acuerdo emprendimos la salida a dicho sitio. Tan pronto estacionamos el vehículo, cargamos las mochilas y las cámaras, las libretas de apuntes y la cinta de medir, y nos encaminamos a la serranía que para identificarla la hemos llamado Cerro Atravesado ; será cuestión de revisar cartas topográficas y/o platicar con los vecinos del lugar, que por cierto en su momento no pudimos localizar a nadie.

Con la fresca de las siete de la mañana llegamos al apartado lugar y con gusto descubrimos grabados que en la visita anterior no nos fue posible localizar. Decíamos en la nota de julio que aquí se nota una obsesión por las huellas y encontramos por primera ocasión huellas grabadas de felinos. Estos pueden ser desde gato montés, linces o pumas. En esta zona arqueológica aparte de figuras humanas se grabaron también huellas de osos, venados y bisontes. Para el biólogo Rubén Rodríguez de la Rosa y el Dr. en arqueología Herb Eling, lo que para nosotros son huellas de búfalo, para ellos se trata de la representación de ELK .

El ELK es de la familia de los cérvidos y aquí en Ramos Arizpe, en una cañada de don Chuy Mata se pueden apreciar representaciones de este gran animal; por lo tanto no descartamos esa posibilidad, aunque por documentos antiguos que se localizan en los archivos municipales, podemos ver que también se observan bisontes y una primera referencia data de 1568, cuando Francisco Cano, español, avecindado en Mazapil, Zacatecas, en su salida hacia el norte buscando minas de oro y de plata, en su informe a la Intendencia de Guadalajara, menciona entre otros animales al bisonte.

No dice nada de los ELKS y sí del venado cola blanca, osos y diversa fauna, siendo el primero en mencionar que los nativos tenían casas de esteras que les ofrecían pescado y que sembraban el maíz. Esta planta domesticada en el centro de México desde épocas tempranas, pero que de alguna manera ya había llegado al norte, quizá por comercio e intercambio con las culturas mesoamericanas.

De esta planta, el maíz, hemos encontrado evidencias arqueológicas en grabados en General Cepeda y en localidades de Ramos Arizpe. También en la cueva del Caballo Blanco o de las Navajas, el Ing. y antropólogo Raúl Elizondo localizó en niveles inferiores algunos olotes que demuestran la llegada de esta gramínea en épocas muy anteriores a la llegada de los españoles y tlaxcaltecas.

Caminamos hacia el norte y en las inmediaciones de un rancho productor de pasturas y con una respetable huerta de nogales se observaron unos exquisitos grabados que nos dan información del modo de vida de aquellos nuestros ancestros. Aquí plasmaron en la roca círculos radiados de gran tamaño y que al decir del Ing. José Luis González Gómez, se relacionan con la primitiva astronomía. También se observa un personaje con un extraño tocado pero lo verdaderamente llamativo es que en una de sus manos sostiene algo que pudiera ser una flauta ó por qué no? una cerbatana.

De ser flauta sería un importante encuentro pues es la primera ocasión que un personaje toca un instrumento musical. Siempre se habla de tambores, teponaxtles en Mesoamérica, sin saber que hacer una flauta era relativamente fácil pues hay una planta de la familia de las cucurbitaceas y que nosotros llamamos o conocemos como calabacilla loca , de donde se puede hacer una flauta utilizando parte del tallo que soporta las hojas y que por ser hueco se utilizó para hacer este antiquísimo instrumento musical. También en los muchos arroyos había y lo hay hasta el presente el popular carrizo, planta que se utilizó para fabricar flechas pero que también servía para elaborar cerbatanas y flautas. Este sería el caso de esta figura que en su lado izquierdo se aprecia un animal no identificado pero que con toda seguridad es un mamífero.

Aquí vale la pena hacer hincapié en la figura con la flauta pues con ese extraño tocado localizamos una más en la comunidad de la Puerta, otra en Gavillero y tres más cerca del Rincón del Toro, ya en plena Sierra de Narigua. Tales imágenes dan la impresión de que es un estilo y/o que los grabados lo hizo la misma persona.

Este será un año bueno para la recolección del orégano silvestre, con las aguas de estos meses de julio y de agosto, permitió que hubiera recuperación en la plantas nativas de la región. Bueno, pues estas plantas cubren muchos de los grabados que están a ras del suelo. Aquí algunos de los grabados están en rocas pequeñas.

Otras características de este sitio, es que hemos localizado nuevas cruces, aunque muy extrañas. En una de las crestas, en el cerro más alto del lugar, aparte de petroglifos antiguos y de vandalismo muy reciente, observamos algunas cruces que tienen toda la tradición de los tlaxcaltecas que fueron traídos en los finales del siglo XVI.

Y al igual que los colonizadores españoles, también los indios tlaxcaltecas ya evangelizados, dejaron su huella en los sitios que los europeos les designaron, marcando con la cruz cristiana y con símbolos propios de esa cultura en los sitios sagrados de los nativos norteños. Al final de esta nota se podrán apreciar algunas de las cruces tardías, las cristianas, pero también una prehistórica y que es la representación de Venus.

 
                         
       

     
                             
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