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Abril 2013
Edición No. 290
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La paja en el ojo ajeno…





José María Mena Rentería

Bajo presión están los propietarios de los comercios instalados en el interior de la sala de espera del aeropuerto internacional “Francisco Sarabia”, de Torreón. La tesorería municipal exige, sin ceder un ápice, que cada uno de ellos tenga en sus negocios licencia de funcionamiento, según sostiene, inamovible, el tesorero Pablo Chávez Rosique.

Así, el funcionario “ve la paja en el ojo ajeno”, como sin percatarse de que el gobierno del municipio de Torreón se ha “distinguido” durante el período de mandato en curso, con Eduardo Olmos Castro como alcalde, por ser una administración caótica. Buena para cobrar, mala para pagar.

Para nadie son desconocidos los adeudos perennes que las “autoridades” tienen con PASA mientras le mantienen un sistema de “abonos” cuyo epílogo es de pronóstico reservado.

Lo mismo puede decirse de la CFE, a la que continuamente se hace como que se le paga -hasta hoy día- sin que se hayan generado “cortes” por parte de la paraestatal, como presión para que se le pague en tiempo y fecha.

En tal infierno están también prestadores de servicios que ni pacientes como Job logran el pago de su facturación.

Del abusivo proceder del tesorero dan sobrada cuenta los trabajadores sindicalizados al servicio del municipio que en fecha reciente vieron como 30 millones de pesos, producto de sus ahorros, fueron sustraídos, obviamente sin saberlo y sin su conocimiento, porque en la tesorería no había más de qué echar mano para hacer lo que allí -marrulleramente- se ha hecho siempre: “Abrir un pozo para tapar otro”.

Cinismo en torno es lo único incuestionable en el alcalde Eduardo Olmos Castro y el tesorero Pablo Chávez Rosique, funcionarios padecidos por la comunidad municipal.

Por otra parte, el gobernador Rubén Moreira Valdez se dedica a “promover leyes de avanzada en beneficio de la población”, según pregón oficial dado a conocer al público.
Es como si lo que en el municipio de Torreón se padece jamás hubiese sucedido. ¿Por qué no se actúa en contra de pseudo funcionarios como los que han tergiversado su función y dado al traste con las aspiraciones de los torreonenses, habitantes de una ciudad olvidada en términos de gobierno y de servicios que en lugar de lacayos debiese tener autoridades dignas?

Caso Matamoros

Cada vez más enredado presenta sus “detalles” el caso del préstamo de 53 millones de pesos que en obra o servicios sociales no aparecen en este municipio desde el año de 2009, último de la administración de los alcaldes Raúl Onofre y el interino Homero Hernández, que en torno han dicho; “Yo no tengo nada que ver”, el primero de ellos, y luego, diciéndose y desdiciéndose, el segundo.

Involucra tal episodio al gobernador Rubén Moreira Valdez, que no ha vertido comentario alguno en torno pese a que la de Matamoros es -mayoritariamente- una comunidad, urbana y rural, empobrecida que tiene sobre sí a una clase “política” voraz, envidiosa extrema - puede asegurarse- de Alí Babá y sus 40 ladrones.

En ese embrollo han estado integrantes de la Cámara de Diputados del Estado cuyo hacer en dicho recinto ha sido levantar el dedo para aprobarlo todo tratándose del inquilino principal del Palacio Rosa. Allí está -del pasado reciente- el “detallito” del adeudo de 36 mil millones de pesos que en el presente mantiene Coahuila en la penuria.

Foco rojo

El encendido días atrás por la Comisión Nacional del Agua, CNA, es un foco rojo debido al criminalmente abatido nivel de los mantos acuíferos de la región, que ha obligado en el presente a frenar la sobre extracción del líquido elemento, practicada en La Laguna desde finales de la década de los años 30, del siglo pasado.

Punto reciente a favor es el nombramiento del ingeniero José Armando García Triana, como representante de la CNA en La Laguna. Abonar se puede en tal caso por ser dicho funcionario oriundo de la región y por lo mismo, conocedor de la problemática planteada por la añeja sobre explotación del recurso agua.

Si Tántalo atormentado fue por la sed, similar tortura aguarda a los laguneros, cuya área conurbada afronta por estos días falta del líquido elemento. Refierase la que inusual carencia ha conformado en el Mercado de Abastos de La Laguna, o bien, al sur oriente citadino, donde en domicilios de colonias vecinas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Laguna, tienen agua si cuentan con el líquido depositado en aljibes o tinacos propios, siempre y cuando pongan en marcha hidropáticos como los que por dicho rumbo hay por doquier, de otra forma, de agua no hay… ni gota.

En Gómez Palacio, la falta de agua es perenne. En Lerdo también “hay mar de fondo” y si de la cabecera municipal de Matamoros, Coahuila se trata, todo tipo de “dedicatorias” a las autoridades son hechas a diario en hogares donde el líquido elemento hace años dejó de salir. Por el municipio de Francisco I. Madero y el de San Pedro de las Colonias similar situación enfrentan sus habitantes.
Sin variante ninguna, lo que permanencia mantiene son los sueldos faraónicos de titulares y funcionarios de las dependencias públicas que para el ciudadano del común son de hecho, pero no de derecho.

 
 
 
mena_josemaria@hotmail.com.mx
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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