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Diciembre 2012
Edición No. 286
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Fraude a los trabajadores del IMSS
y al fisco vía la CONSAR

-Antes de su fuga a Harvard, Felipe Calderón y cómplices perpetran el enorme fraude.
-Los cómplices tres judíos y un fenicio: Mario Gabriel Budeko, Moisés Shuartz, Santiago Levi y Daniel Karam Thome.


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Sesenta horas antes de dejar el gobierno, Felipe Calderón culmina el fraude a los trabajadores del IMSS, en lo relativo a los Fondos para el Retiro. El fraude se maquinó aún antes de ser Presidente, -espurio o no- porque pactó con los bancos el blindaje a esas instituciones de crédito para que siguieran explotando el capital enorme del Fondo para el Retiro, como pago por su apoyo a la campaña y al fraude electoral del 2006. Lo mismo hicieron Fox y Creel al otorgar a última hora las concesiones a sus beneficiarios de campaña, de decenas de casinos de juego, como antes lo hicieron al abrir las puertas a cualquier hijo de vecino para abrir casas de empeño que no son otra cosa que una forma más de legalizar la usura para esquilmar a la gente pobre, la muy jodida y muerta de hambre, como lo dijera hace unos meses el inútil senador de la república, Luis Salazar Fernández, un panista lagunero, que de político tiene lo que yo de sumo pontífice.

La venta la hace Bancomer y la compra Banorte por medio de su Afore, Siglo XXI Banorte, en la que están asociados Banorte léase Maseca, Carlos Hank Rhon, su hijo Carlos Hank González, nieto de González Barrera -recién fallecido- dueño de Maseca y la Organización Soriana presidida por Ricardo Martín Bringas, principales accionistas de Banorte, con el director del IMSS en vil contubernio con los dirigentes sindicales del Instituto y con funcionarios federales, cercanos a Felipe Calderón. La operación es por mil 600 millones de pesos más 147 millones, valor de la infraestructura de la Afore de Bancomer.

Banorte aportó 800 millones y el IMSS 800 millones para completar el pago de la compra, el valor de la infraestructura de Afore Bancomer queda en veremos porque la adquirirá cualquiera de los beneficiarios por medio de sus inmobiliarias a través de la Bolsa Mexicana de Valores con el fin de pagar al fisco, Cero Centavos, tal y como los ricos, con la venia del gobierno, suelen hacer. Los accionistas de Banorte que ya mencionamos, aportaron 800 millones, intercambiando acciones de sus empresas para no pagar impuestos. Los otros 800 millones los aportó el IMSS, con dinero ajeno que ellos administran, dinero de los Fondos de Invalidez y Vida de los trabajadores.

Daniel Karam Thome, médico y pillo poblano, sobrino y ahijado del millonario libanés Kamel Nacif, socio en las francachelas de Marín, el Gober precioso, y autor del secuestro de la periodista Lidia Cacho, asegura que de esa manera al IMSS no le provocarán ningún boquete. ¡Claro que no!... tiene toda la razón, el boquete se lo hicieron a los Fondos de Invalidez y Vida de los Trabajadores.

Preguntémonos. ¿De qué tamaño podría ser este fraude, quiénes los beneficiarios y cuáles los defraudados?

Este crimen financiero maquinado, a corto plazo, pudiese ser que supere los 70 millones de dólares (910 millones de pesos) 40 millones de dólares (520 millones de pesos al jefe de la pandilla) quien bien pudiese ser el más alto jerarca del gobierno o un testaferro. Los otros 30 millones de dólares (390 millones de pesos) se repartirían -lo supongo por lógica y conocimientos de fraudes del pasado y presente- entre los demás involucrados, que serían, probablemente, los cuatro mencionados al principio de mis considerandos, el líder sindical de los trabajadores, para repartir entre sus allegados del sindicato de los trabajadores del IMSS y a algunos otros intermediarios, los que nunca faltan en estos ilícitos pecuniarios.

A mediano y largo plazo, el fraude, peculado o como se le quiera llamar a este robo, superaría el doble del tamaño de la operación, unos 3,900 millones de pesos. Dos terceras partes para los principales accionistas de Banorte -Familias González Barrera, Hank González y Grupo Soriana- el resto se repartiría entre los socios minoritarios de Banorte y Afore Banorte. Esto, independientemente de que el flujo y reflujo del dinero de los trabajadores, generaría comisiones a favor de Banorte, el administrador de la Afore, el 1.1 % y la Afore -según Daniel Karam Thome- pagaría al Fondo para el Retiro, un 11% anual. Este 11% es sólo un dicho, porque no existe firma que lo garantice. Y Bznorte, el dinero de los trabajadores, lo presta al 18% y hasta el 48% anual. Tales son los porcentajes que cobran a los cuentahabientes a quienes “favorecen con los créditos” y tales sus utilidades. En suma, esta operación, es -según mi apreciación- un crimen financiero. Los defraudados son: Por supuesto, los trabajadores del IMSS y los de la Afore Bancomer.

 

ah.pd@hotmail.com

 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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