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Diciembre 2012
Edición No. 286
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Las cosas en común
de Rubén y Peña Nieto

Entre el gobernador Rubén Moreira Valdez y el Presidente Enrique Peña Nieto hay muchas cosas en común. Para empezar, EPN recibió el gobierno federal en malas condiciones, pues por los juegos guerreros y el mal gobierno de su antecesor, se destruyó lo más preciado que teníamos los mexicanos: la paz social. Humberto Moreira también entregó el gobierno de Coahuila con un Estado lleno de violencia, muerte, miedo y dolor.

Peña Nieto recibió de Felipe Calderón un país con una enorme deuda gubernamental, la cual creció 130 por ciento durante su sexenio. Lo mismo sucedió en Coahuila durante el nefasto gobierno de Humberto Moreira, pero a decir verdad, el endeudamiento de Calderón, proporcionalmente no se puede comparar al que dejó el ex gobernador coahuilense, pues de alrededor de 350 millones de pesos que tenía Coahuila de endeudamiento, en seis años HMV elevó la deuda en más de 36 mil millones de pesos, de éstos más de 5,000 millones fueron contratados con documentos falsos.

La corrupción oficial también se incrementó durante el gobierno calderonista. Funcionarios de todos los niveles, gobernadores, alcaldes, jueces, magistrados, etc. todos le dieron rienda suelta a su deshonestidad. Lo mismo saquearon el erario público que vendieron las riquezas de nuestro país; y la justicia y los privilegios se los dieron al mejor postor.

Con Humberto Moreira en la gubernatura pasó lo mismo, durante el humbertismo Coahuila fue un territorio de funcionarios ladrones, desde el más bajo hasta el más encumbrado nivel se dedicaron a saquear al Estado con la anuencia y ejemplo del ejecutivo estatal. También los miembros del poder legislativo y del poder judicial le entraron a la bacanal de los pillos.
A raíz de la corrupción calderonista, hoy en todas partes de México aparecieron nuevos ricos que pululan por las oficinas y los círculos del poder sin que nadie los moleste. La impunidad y el cinismo crecieron junto con la corrupción desmedida. En Coahuila ésto fue pan de cada día, por eso ahora podemos encontrar a los ladrones en las oficinas gubernamentales de los tres poderes del Estado, e igualmente gozan no sólo de empleos bien remunerados y privilegios, más no de respetabilidad. Los conocemos.

Peña Nieto y Rubén Moreira tiene muchas cosas en común, empezando por un antecesor que destruyó todo a su paso. Por eso mismo tienen en común los mismos problemas, y por lo tanto las mismas alternativas, una de ellas es hacer justicia, empezando por meter a la cárcel a los ladrones, recuperando el dinero robado para sacar de la bancarrota al Estado y al país, y liberarlos de la pesada carga del endeudamiento.

Rubén Moreira al parecer ya comenzó un proceso para solucionar la problemática heredada por su antecesor, y lo inició en su Primer Informe de Gobierno al reconocer los males heredados que lo obligaron a tomar decisiones drásticas contra quienes ni la debían ni la temían: Una gran deuda. Un grave problema de inseguridad. Una multiplicidad de programas sociales.

Rubén ya inició el proceso y rescató algunas esperanzas. Peña Nieto convocó a un Pacto y también renovó parte de la confianza. Ahora falta que se haga justicia, castigando a los delincuentes y recuperando lo robado, como un buen inicio de la nueva forma de gobernar y del nuevo PRI...

 

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