Acuífugos

José María Mena Rentería.

Los acuífugos son depósitos subterráneos de agua infiltrada al subsuelo, Vacíos generan hundimientos como el ocurrido en terrenos del ejido Coyote, del municipio de Matamoros, Coahuila, con diámetro inicial de 20 metros y que actualmente es de 70 metros.

Tal fenómeno, frecuente en La Laguna, originado va por la sobre explotación del acuífero que en la Comarca Lagunera ocurre desde la década de los años 40 del siglo XX sin que en el ámbito oficial de los 3 niveles de gobierno haya quienes, desde entonces, se hayan dado por enterados.

Cercanos a los ríos, llenos de agua y situados a profundidades diversas, los acuífugos sostenían las capas superficiales del suelo. Su derrumbe sobreviene cuando dejan de contener el líquido elemento. “Abras”, es la denominación que popularmente los define.

Así lo exponía Mario Enrique Vásquez Ávila (f), autor del Plan Meva, Agua para La Laguna, a cuya voz dan certeza los hundimientos del suelo en la proximidad de lechos como el del río Nazas, curso cuyas riberas son escenario reciente de perforación de pozos de bombeo profundo practicados en terrenos otrora ejidales del área de León Guzmán, Durango, ubicados a corta distancia de la cortina de la presa “Francisco Zarco”.

Letra muerta o figura ignorada ha sido desde su emisión por parte de la Comisión Nacional del Agua, (CNA), la veda surgida décadas atrás para impedir la perforación de más
pozos profundos. Más de 3 mil, estimaba el autor del Plan Meva, hay en La Laguna de Coahuila y Durango.

Al igual que los acuífugos, la “necesidad” de “bajar” a profundidades de 500 o más metros para encontrar agua cuando se perforan pozos para alumbrarla, habla elocuentemente de la dañina comisión que más tarde o más temprano, todo lo afectará en la Comarca Lagunera.

El agua no abunda. Es un recurso no renovable. Donde llega a faltar no hay vida. En La Laguna la última reserva de agua pura yace bajo el subsuelo de su área conurbada mientras su sobre explotación continúa.

Tal es, sin exagerar, el futuro que viene cuyos ominosos
heraldos son los acuíferos o “abras” y la extracción de agua subterránea, criminalmente alumbrada…pase lo que pase y venga lo que venga.