Éxodo menonita

José María Mena Rentería.

Mil quinientos menonitas, de una población de ocho mil hasta hace poco avecindados, de siempre, en Nuevo Ideal y Santiago Papasquiaro, Durango, emigraron a Canadá. A alejarse los llevó la inseguridad que campea a lo largo y ancho del país…y los estragos causados por la sequía.

Menonitas como los establecidos en la mencionada entidad, en Chihuahua y en el norte de Coahuila -por citar un ejemplo- han sido como sus ancestros, industriosos, al igual que sus ancestros, en su momento receptores, del gobierno federal, de predios inhóspitos que debido a su trabajo, cotidianamente realizado, pasaron a la condición de unidades de producción agropecuaria de primer nivel, generadoras de lácteos, de su derivados, de agricultura para autoconsumo, así como de cultivos forrajeros, sin jamás haber demandado empréstitos oficiales.

El que mil quinientos menonitas hayan dejado su entorno habitual habla de que al igual que el resto de la población, no solamente de Durango, sino del país, han sufrido y resentido los embates de los que al margen de la Ley dan por vulnerar y lastimar a la gente que trabaja.

El estado de Durango no se distingue en el presente por la protección y garantías que su gobierno pueda otorgar a la ciudadanía.

Los casos de vejámenes de toda laya a integrantes de la comunidad, en lo urbano, y acentuadamente en lo rural, se dan a racimos; en Durango y en cualquier latitud del país. Algo que lleva a establecer que las comunidades menonitas -en tal sentido- no han salido idemnes del caos que no permite trabajar porque -o se labora plegándose al abuso sistemático, con el riesgo consiguiente- o se emigra.

México pierde con el alejamiento de menonitas como los que han sido parte del capital productivo del país donde, acerca de “logros” en la creación de empleo parlotean incesantemente blasfemos como los ubicados en los tres niveles de gobierno.

¿Porqué no trabajar en conservar la probada fuerza productiva que se tiene? La de los menonitas, en esos términos, ha sido distintiva, sólo que el México -inseguro- de la actualidad es como las arenas movedizas, donde adelantar pasos es retar a la muerte. Ante eso, emigrar es una opción.