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Febrero 13, 2010
Febrero 2010, No. 251
 
Sin novedad en
México
 
Fidencio Treviño Maldonado.
En nuestro país hace tiempo que no hay novedades, sólo más de lo mismo. Primero la conquista (que hasta la fecha se sigue dando) con héroes que sólo sirven para ser parte del sello de una industria o factoría. (Cuauhtémoc, Moctezuma, etc.,). Luego la Independencia, con los curas Hidalgo y Morelos, que son los que más han servido al país, sin embargo la misma iglesia en un país católico como el nuestro, paradójicamente no los reconoce. Después la Revolución mexicana, que según parece sólo sirvió para hacer corridos, películas y para quitar a unos caciques y poner a otros para que nos sigan jodiendo, por lo demás no hay novedad. Inclusive la misma Historia se brinca la reforma, en donde se reestructuró y restauró la República, con Juárez y los hombres probos de los que se rodeó el Benemérito.
 

Lo de Sufragio Efectivo, No Reelección también es un sofisma, son los mismos políticos y personajes de la farándula nacional, los que como ranas saltan disfrazados de un puesto a otro, gavillas ya no en caballo, ahora en vehículos blindados brincan de gusto por la propuesta del Presidente Calderón de que se pueden reelegir en sus puestos.

Tal vez el único resultado de la Revolución fue un pergamino timorato, ya casi agónico y cansado de tantas violaciones que se llama Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por lo demás, en México no hay novedad, sólo rumores, chismes que no benefician al país, pues el polvo que levantan ensucia más el panorama de por si un cochinero.

Cada gobernante quiere ser protagonista de su propio guión y no hay que negar que desde Carranza, Obregón y Calles, los gobernantes en turno (presidentes de la república, gobernadores, presidentes municipales) se han fabricado su culto a la personalidad. El egocentrismo y mitomanía con la que llevan su administración, comienza cambiando la frasecita que usó su antecesor, y desde el inicio de su función ya tienen los ojos fijos en el próximo escalón político. Lo peor, es que cambian el Estado y los municipios como si fuera su casa, para nada cuentan los ciudadanos que ponen la lana y votaron por ellos.

México no va a la par de ningún país en lo referente a la bonanza, a la recuperación económica, a la generación de empleos, a la educación de calidad; caminamos mano a mano con los países en guerra, con vicios, corrupción e ingobernabilidad. El grueso de los diputados federales en el Congreso, en su mayoría priistas (unos 312) sentaron sus reales, y para muestra de su poder toman las decisiones. Sin embargo, ahora algunos ramales del PRI en la Cámara de Diputados se les quieren salir del guacal, como los de la CNC que tienen más de 40 sillones en el Congreso ocupados por seudoscampesinos y no por los verdaderos trabajadores del campo que después de la Revolución de 1910 siguen igual o peor de jodidos.

Las llamadas coaliciones entre los partidos son negociadas y ahora el agua (PAN) y el aceite (PRD) violaron la regla química y están juntos. El pueblo común, igual de miserable, sufre el desempleo que crece como la grama en suelo húmedo. La violencia intrafamiliar a la alta. Por eso y mil cosas más, cuando alguien que venga de otra parte sólo hay que decirle: En México la novedad; es que no hay novedad, sólo uso y costumbre. Y agregar, que por ser la raza de bronce, somos muy buenos para aguantar eso y más; ¡Claro! y hasta lo podemos presumir …

 
kinotre@hotmail.com
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   
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